Por Christopher Thompson
LONDRES (Reuters Breakingviews) - (El autor es columnista de Reuters Breakingviews. Las opiniones vertidas son suyas)
El saneamiento de los préstamos morosos será el gran reto para las entidades financieras españolas, que están muy cotizadas estos días en la bolsa. En lo que va de año, la subida de las acciones de los bancos ha superado en un cinco por ciento el avance de la Bolsa de Madrid. Pero la ampliación de capital de 500 millones de euros que acaba de anunciar Liberbank (MC:LBK) y que equivale a más de la mitad de su capitalización actual pondrá a prueba el optimismo existente en el sector por la reducción de la morosidad y las expectativas sobre los tipos de interés.
Un crecimiento económico sólido, el menor volumen de créditos dudosos y la perspectiva de un alza de los tipos de interés podrían constituir una oportunidad para que Liberbank, constituida de la fusión de varias cajas de ahorro regionales en 2011, pueda captar fondos.
El hecho de que sus acciones coticen con un descuento del 70 por ciento sobre el precio valor tangible en libros (tangible book value) alentará la demanda de los inversores que quieren tomar parte en la recuperación de la economía española.
El banco tiene previsto destinar los fondos para aumentar las provisiones para sus activos improductivos -que representan un 22 por ciento del total de sus préstamos - hasta el umbral del 50 por ciento, por encima del promedio español.
Posteriormente, Liberbank quiere vender parte de estos préstamos inmobiliarios improductivos a inversores de capital privado.
Los escépticos señalan que el quebrado Banco Popular (MC:POP) tenía los mismos planes cuando recaudó miles de millones de sus accionistas en 2016. Los titulares de los bonos y los accionistas del Popular perdieron todo su dinero cuando la entidad fue intervenida este año y vendida por un euro a Banco Santander (MC:SAN).
Liberbank, que tiene unos ratios de capital más elevados que el Popular, insiste en que es un banco diferente.
Existen buenas razones para creer que los problemas de Liberbank están contenidos. El ratio de mora del sistema financiero español cayó al 5,7 por ciento a finales del año pasado, según datos del Banco Central Europeo, sólo ligeramente por encima de la media de la UE. Los niveles de capital han mejorado y los bancos se esfuerzan a reducir costes. Se espera que la economía crezca casi un 3 por ciento este año.
Por otra parte, los bancos son extremadamente sensibles a los cambios en los tipos de interés, como por ejemplo en el euribor a 12 meses. Este índice sirve de base para fijar las hipotecas, que representan cerca de dos quintos de la cartera crediticia de la banca española. Sin embargo, el euribor se ha adentrado este año cada vez más en territorio negativo, sin descontar todavía un previsto repunte de 25 puntos básicos de los tipos de interés hasta la segunda mitad de 2019.
Eso contribuye a que los bancos españoles, que cotizan a ratios de más de 12 veces de sus beneficios futuros, parecen caros en comparación con sus rivales europeos. La prohibición de las ventas en corto de acciones de Liberbank - impuestas para evitar el contagio tras la resolución de Popular - termina la semana que viene. El levantamiento de esta restricción y la importante subida de capital de Liberbank deberían poner a prueba el optimismo de los inversores.