Por Raya Jalabi
ERBIL, Irak (Reuters) - Se espera que los kurdos iraquíes voten a favor de la independencia en un referéndum no vinculante el lunes, que los países vecinos y potencias occidentales temen que divida la nación y agrave un conflicto étnico y sectario en la región.
Banderas kurdas -un tricolor rojo, blanco y verde, adornado con un sol dorado- adornaban coches y edificios en la región kurda semiautónoma del norte de Irak y las vallas publicitarias anunciaban: "¡El momento es ahora!".
Massoud Barzani, presidente de la región kurda desde 2005, ha resistido a llamados de Naciones Unidas, Estados Unidos y Gran Bretaña para postergar el referéndum. La vecina Turquía está llevando a cabo ejercicios militares en la frontera iraquí para mostrar su preocupación de que la consulta alimente el separatismo entre sus propios kurdos.
El primer ministro turco, Binali Yildirim, dijo el viernes en televisión que la votación representaba una amenaza para la seguridad nacional de Turquía y que Ankara "haría lo necesario" para protegerse.
Pero Hoshyar Zebari, asesor de Barzani, dijo en un tono desafiante a Reuters: "Estos son los últimos cinco metros del sprint final y nos mantendremos en pie".
Muchos kurdos ven en la votación, que no es vinculante, una oportunidad histórica para lograr la autodeterminación un siglo después de que Gran Bretaña y Francia dividieron Oriente Medio mediante el acuerdo Sykes-Picot. El arreglo dejó a 30 millones de kurdos dispersos en Irán, Turquía, Siria e Irak.
Zebari dijo que retrasar la votación para negociar con Bagdad, sin garantías de que pueda realizarse una consulta vinculante, equivaldría a un "suicidio político para el liderazgo kurdo y el sueño kurdo de la independencia".
El mayor riesgo de conflicto por el referéndum se plantea en la ciudad petrolera de Kirkuk, que está fuera de los límites reconocidos de la región kurda y que reclama Bagdad. Su población incluye a árabes y turcomanos, pero está dominada por los kurdos.