Lisboa, 19 abr (EFE).- El Gobierno portugués apeló hoy al sentido de la responsabilidad de los partidos de la oposición para consensuar las medidas de ajuste que debe aprobar para garantizar a la troika que cumplirá con sus compromisos.
En un debate menos crispado que en las últimas ocasiones, el primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, mostró su disposición para negociar con el resto de partidos políticos, a los que advirtió de las negativas consecuencias que conllevaría su rechazo a acordar estos nuevos cortes.
Sin embargo los socialistas, principal fuerza de la oposición y opción favorita otra vez de todas las encuestas para volver al poder, rechazaron dar su apoyo a la política de austeridad que consideran culpable de ahondar la crisis económica de Portugal.
El responsable del Ejecutivo conservador aseguró que durante las reuniones mantenidas esta semana con los representantes de la troika -Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional- no se ha pactado todavía ninguna medida concreta.
"Llegamos a estas negociaciones con un documento estratégico abierto, con nada cerrado", defendió Passos Coelho.
Desde su mismo partido, el Social Demócrata (PSD, centro derecha), Luís Montenegro insistió en que "el país necesita del apoyo del principal grupo de la oposición, el Socialista".
La mayoría absoluta que tiene el Gobierno no precise de más votos, pero "no se puede perder la confianza reconquistada a lo largo de los últimos dos años", recalcó Montenegro en alusión al consenso con los socialistas durante el primer año del rescate, que precisamente negoció ese partido cuando aún gobernaba Portugal.
El Gobierno luso llegó a un acuerdo con la troika para compensar la decisión del Tribunal Constitucional de anular varios de los ajustes incluidos en sus Presupuestos de 2013 -cuyo impacto estima en 1.300 millones de euros- con nuevos cortes en "todos" los servicios públicos, incluidos educación y sanidad.
Este visto bueno, todavía pendiente de la aprobación de un presupuesto que rectifique el anterior y sea aprobado en el Parlamento en un par de semanas, permitirá al país recibir otro tramo de su rescate, por 2.000 millones de euros.
En juego está, además, la posibilidad de ampliar los plazos en los que Portugal debe devolver los 78.000 millones de euros de la ayuda financiera internacional, y a los que tiene que sumar también los intereses. EFE