Shanghái (China), 9 abr (EFE).- Con el primer viaje oficial a China del presidente de Perú, Ollanta Humala, que concluyó hoy, el país andino está buscando atraer inversión del país asiático hacia proyectos de infraestructuras, sin ningún recelo sobre el posible control chino de sus carreteras, puertos y aeropuertos.
"Eso no nos preocupa, en la medida en que el nivel de servicio que queremos esté garantizado", explicó a Efe hoy el director ejecutivo de la Agencia de Promoción de la Inversión Privada del Perú (ProInversión), Javier Illescas.
"Hoy por hoy lo que tenemos es inversión china en minería y petróleo sobre todo", explicó, pero se espera atraer también hacia sectores como el saneamiento de aguas, la energía y el transporte, con la apertura de concesiones no sólo para la construcción, sino también para la gestión y el mantenimiento de infraestructuras.
En ese sentido, aunque las concesiones son habitualmente para entre 30 y 35 años, Illescas aclaró que Perú no tiene ningún recelo ante la posibilidad de que numerosas carreteras, puertos y aeropuertos de su país puedan acabar en pocos años en manos chinas.
"Un problema endémico en el Perú ha sido que se construye obra que, si no se opera y se mantiene adecuadamente, al final se pierde y se tiene que rehacer, la carretera o cualquier tipo de obra que sea", aclaró, por lo que el objetivo del Gobierno ahora es conseguir garantizar la estabilidad y la calidad del servicio en el tiempo.
Para conseguirlo, "lo que se quiere es que cualquier tipo de obra de envergadura se encargue a ProInversión, y que ese proceso lleve a que no sólo se construya, sino a que también se garantice la operación y mantenimiento con niveles de servicio determinados en un contrato, que si no se cumplen supondrán penalizaciones".
"Eso es algo que no se tenía antes, y que se está promoviendo en los últimos 15 años en el Perú", indicó Illescas, interesado también por la combinación de calidad, eficiencia y precios competitivos que ofrecen las firmas del gigante asiático.
"El interés por China no es solamente por su tamaño, por su escala, sino también por los niveles de calidad que también ya se sabe que tienen", concluyó.
El objetivo final del Gobierno a la hora de promover inversión extranjera en infraestructuras nacionales es la "inclusión social", combatir la pobreza y la integración en la sociedad creando empleo y actividad económica, recordó también, al ser preguntado por el peso de esta política de Humala en esa estrategia de atracción inversora.
"Nuestros proyectos, finalmente, en la medida en que hacen posible mover carga, pasajeros, con más energía, con más infraestructuras de transporte, etcétera, van absorbiendo gente que esté en el margen (de la sociedad) hacia la economía de mercado y hacia el mejoramiento de los ingresos en general", concluyó. EFE
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