Macarena Soto
Foz do Iguaçu (Brasil), 2 nov (EFE).- La secretaria general adjunta de la ONU, Rebeca Gynspan, única candidata por ahora a ejercer la Secretaría General Iberoamericana (Segib), evita referirse aún a esta posibilidad aunque, en una entrevista a Efe, aseguró que tiene "mucha ilusión por Iberoamérica".
"No se sabe todavía. Hay que respetar la voluntad de los países miembros de la Cumbre Iberoamericana. Lo que ellos decidan será el futuro" de la Segib, dijo la política costarricense, que fue vicepresidenta de su país entre 1994 y 1998.
Grynspan se refirió al puesto que más satisfacción le ha dado y aseguró que para ella "nada ha sido fácil", pero que se siente una "privilegiada" por ver realizada parte de sus sueños: "el sueño del desarrollo humano para toda la gente que vive en este planeta".
"Me siento igual que cualquier otro trabajador que trata de cumplir con aquello en lo que cree y me siento una privilegiada. No me cuesta levantarme todos los días, voy feliz porque me encanta lo que hago", confesó. "Y espero que siga siendo así en lo que pueda hacer en el futuro", agregó.
Sobre el Foro Mundial de Desarrollo Económico Local, promovido por el PNUD y en cuya segunda edición participó esta semana en la ciudad brasileña de Foz do Iguaçu, afirmó que "lo local" ha alcanzado una gran importancia por la propia globalización.
Lo local "ahora se ha vuelto mucho más visible" y, así, los gobiernos locales pueden comunicarse con el mundo "sin pasar por ningún tamiz", afirmó.
"Lo local es muy importante pero no para ir al feudalismo. Ir de la monarquía al feudalismo no es progreso", aclaró antes de agregar que el PNUD quiere un sistema que esté "más cerca de la gente" y que haga que los servicios "sean más efectivos". "Un sistema que funcione para la gente", apostilló.
Al respecto de un posible intercambio de la "articulación" nacional por la local, Grynspan apuntó a que "quien quiera eso está en el lado equivocado" y agregó que la Agencia de la ONU para el Desarrollo (PNUD) persigue "un juego de sinergias y complementariedades para el desarrollo humano que funcione a todos los niveles" y "no una sustitución de lo nacional por lo local".
Preguntada sobre una posible reforma de Naciones Unidas, la actual secretaria general adjunta señaló a que "si bien la ONU es un aparato pesado", ya que tiene "que consensuar a casi doscientos países", si la organización intergubernamental no existiera "habría que invertarla". "Y quien quita que la inventaríamos casi de la misma manera", se preguntó.
A su juicio, debido a la crisis económica actual "los países desarrollados han vuelto a concentrar sus esfuerzos en la agenda nacional" y, aunque la reforma de Naciones Unidas es "una agenda importante" para la organización, "dependerá de la voluntad de los Estados miembros".
Asimismo Grynspan confía en que la economía europea "se recupere", para lo que, a su juicio, será "fundamental cómo se va a definir Alemania" así como la forma en que la Unión Europea se "reorganice tanto política como económicamente".
"La recuperación vendrá, yo no tengo ninguna duda, pero la pregunta es ¿a qué costo? Cuál será el costo social y cual será el costo a largo plazo, que muchas veces es invisible cuando está pasando la crisis y no tomamos medidas para evitarlo", reflexionó.
Por ello, su mayor "preocupación" es una posible "polarización" que "margine a grupos del desarrollo humano que vendrá más adelante" y "cómo evitar que lo que siga en el futuro sea un trayecto que profundice en la desigualdad o en la discriminación de los grupos más rezagados dentro de las sociedades".
Sobre los Objetivos del Milenio, por los que los miembros de la ONU se impusieron metas como erradicar la pobreza extrema hasta el año 2015, Grynspan admitió a Efe que "es cierto que no se van a cumplir todas los objetivos", aunque ponderó que "no hay ninguna duda del gran progreso que se han hecho durante estos últimos años".
"No vamos a llegar a las metas. Aunque eran una cosa indicativa porque si no estaríamos siendo formalistas", justificó.
También cuestionó si sin los Objetivos del Milenio "se hubiera dado este progreso" y recordó que se ha logrado "reducir a la mitad la extrema pobreza, algo que debe llenar al mundo de motivación para seguir".
Aun así, Grynspan es consciente de que aún quedan dos años para 2015 en los que "hay que acelerar el progreso porque todavía falta la otra mitad" de la pobreza mundial. EFE