Madrid, 30 abr (.).- El Grupo BBVA (MC:BBVA) ha registrado unas pérdidas de 144 millones de euros en su filial española en el primer trimestre de 2020, después de destinar 517 millones brutos a cubrir el deterioro de activos por el impacto de la pandemia del coronavirus y otros 265 millones a otras provisiones.
Según explica el banco en una nota remitida hoy, el deterioro de activos restó en total 660 millones, que incluyen los 517 millones citados para saneamientos por el covid-19, en tanto que los otros 265 millones de otras provisiones son en su mayor parte para hacer frente a la sentencia de las tarjetas "revolving".
Estas pérdidas trimestrales, que contrastan con las ganancias de 345 millones del año pasado, unidas a las registradas en EEUU, a los 2.085 millones que apuntó en las cuentas del Centro Corporativo para sanear la filial estadounidense, así como los 1.433 millones brutos que destinó a saneamientos, dieron lugar a unas pérdidas globales de 1.972 millones, inéditas en la historia del Grupo BBVA.
En cuanto a la crisis del covid-19, BBVA ha activado iniciativas de ayuda para los clientes más afectados, como líneas de crédito para pymes y autónomos de hasta 25.000 millones de euros, aplazamiento del pago de hipotecas para particulares y autónomos, y adelanto del pago de pensiones, con retiradas de efectivo sin comisión para pensionistas en el cajero más próximo a su domicilio;
La inversión crediticia (crédito a la clientela no dudoso en gestión) se situó en 165.786 millones al finalizar el trimestre, un 1,0 % más que al cierre del año pasado, explica la entidad, que no ofrece los datos de marzo de 2019.
Dentro de esta cartera, añade, el recorte en los préstamos hipotecarios y en tarjetas de crédito se compensa con mayores saldos en consumo (+2,5 %) y en banca corporativa (+7,3 %).
En esta última partida la entidad observó una mayor disposición de líneas de crédito de clientes mayoristas hacia el final del trimestre, a la vista del confinamiento decretado por el Gobierno de España a mediados de marzo de 2020 a raíz de la crisis sanitaria por el virus covid-19.
La morosidad del crédito mejoró ligeramente en España, hasta el 4,3 %, frente al 4,4 % anterior, con una cobertura para insolvencias del 66 %, mejor que el 60 % anterior. Con todo, el coste del riesgo se elevó al 1,54 %, frente al 0,08 % con que terminó 2019.
El margen de intereses de la cuenta se situó en 873 millones de euros, un 1,7 % más, impulsado por la buena evolución interanual de los ingresos recurrentes.
Las comisiones netas se elevaron un 13,4 % interanual, apoyadas en las cobradas por la gestión de activos, lo que contribuyó a lograr un margen bruto de 1.506 millones, un 2,2 % superior.
Con unos gastos de explotación de 778 millones, inferiores a los del año pasado, entre otras cosas por el esfuerzo en contención y por la menor inversión asociada a los inmuebles adjudicados, el margen neto se situó en 728 millones tras crecer un 10,3 %.
Gracias a todo ello, el ratio de eficiencia mejoró hasta el 51,6 %, frente al 55,2 % registrado en marzo de 2019.