Washington, 31 may (EFE).- El Senado de Estados Unidos comenzó hoy una sesión extraordinaria para abordar la conocida Ley Patriota, que ampara al Gobierno estadounidense para la recogida de datos con propósitos antiterroristas y cuya vigencia expira esta noche si la Cámara Alta no vota por su extensión antes de que termine el día.
Conocida como Ley de Libertad de Estados Unidos, el texto logró superar los 60 votos necesarios para avanzar la medida, cuyo voto final deberá tener lugar a lo largo del día con el propósito de que las herramientas de vigilancia antiterrorista no queden congeladas por la expiración del texto.
El Senado celebra hoy una sesión extraordinaria solamente para abordar esta cuestión, después de que la semana pasada no lograran alcanzar un acuerdo sobre la ley de vigilancia y no consiguieran los apoyos necesarios para evitar que esta noche expirase hasta en tres votaciones distintas.
Pese a haber superado el desacuerdo y avanzado en la consideración de la legislación, es posible que los legisladores no culminen el procedimiento a tiempo, ya que el senador Rand Paul, también aspirante a la presidencia de Estados Unidos en 2016, ha amenazado con retrasar la votación para forzar que la Ley Patriota pierda vigencia.
Ahora el Senado abrirá turno de debate, en el que Paul podría hacer uso de una táctica de bloqueo tomando su turno de palabra de manera indefinida para retrasar el voto y forzar así que expire la ley, que además tiene que ser enviada al presidente Barack Obama para que entre en vigor.
Paul, republicano libertario, se ha opuesto siempre de manera firme a que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) utilice este tipo de herramientas, que a su juicio violan las libertades y el derecho a la privacidad de los individuos, pero su oposición a extender los programas le ha acarreado críticas de sus colegas, quien consideran que su enroque se debe a sus aspiraciones presidenciales.
No obstante, el avance en el voto de procedimiento augura que tarde o temprano los senadores se pondrán de acuerdo para que entre en vigor la conocida como Ley de Libertad de EE.UU., que modifica la Patriota para no permitir la recogida masiva de datos de los ciudadanos pero sí rastreos explícitos y otro tipo de vigilancias con propósitos antiterroristas.
Con 77 a favor y 17 en contra, el Senado ha conseguido sortear la polémica sobre la legislación, que contaba con dos escollos, ambos republicanos, cuyas posturas se oponían frontalmente: el del propio Paul y el del líder de la mayoría republicana, Mitch McConnell, quien pretendía que la ley continuara sin modificaciones.