Tokio, 19 jun (EFE).- El Banco de Japón (BoJ) decidió hoy mantener intacta su política monetaria ultraflexible, así como su evaluación sobre la economía nacional, que según la entidad continúa su línea de "recuperación moderada".
Al término de su reunión mensual, la junta de política monetaria del BoJ aprobó seguir ampliando la base monetaria en unos 80 billones de yenes (57.191 millones de .012 millones de dólares) por ocho votos a uno.
La entidad activó en abril de 2013 este agresivo programa expansivo con el objetivo de poner fin al ciclo deflacionario de casi dos décadas de duración.
El BoJ estima que el ritmo de la inflación se acelerará en la segunda mitad de este ejercicio fiscal, que concluye en marzo de 2016, a pesar de que el incremento del índice de precios al consumo (IPC) en Japón ronda actualmente el 0 por ciento, muy por debajo de la meta del banco central.
La junta de política monetaria confía en que para 2016 los efectos de la bajada de los precios del petróleo hayan empezado a desvanecerse.
Hasta entonces, asegura el BOJ, el programa ultraflexible se mantendrá activo.
En cuanto a la situación de la economía, considera que "continúa su tendencia de recuperación moderada", la misma evaluación que mantiene desde hace meses, y pese a que el producto interior bruto de Japón avanzó en enero-marzo a su mayor ritmo en un año.
La entidad también dejó intacto su análisis sobre el consumo privado, principal motor de la economía nipona y que según el BOJ se ha mostrado "resistente gracias al contexto de mejoría en el mercado laboral" y a los aumentos salariales.
En cambio, la inversión pública "ha entrado en una tendencia de declive moderado", mientras que la inversión empresarial en capital fijo se mantiene al alza tras los beneficios récord que lograron las principales compañías niponas en el pasado ejercicio fiscal, señaló el BoJ.
Por otra parte, la junta de política monetaria aprobó por unanimidad recortar el número de sus reuniones desde las 14 que celebran actualmente cada año hasta 8, una medida que entrará en vigor en 2016.
La entidad también ha decidido incrementar el ritmo de sus informes sobre la actividad económica y sobre la evolución de los precios, que a partir del próximo año se divulgarán de forma trimestral en lugar de semestral.