Washington, 5 ago (EFE).- La fortaleza del dólar impulsó el alza del déficit comercial en junio en EE.UU., con un incremento de las importaciones y un descenso de las exportaciones, y subrayó los efectos de la apreciación de la divisa estadounidense en el saldo comercial del país.
En ese mes, el déficit comercial de Estados Unidos creció un 7,1 %, hasta se situarse en 43.800 millones de dólares, indicó el informe divulgado hoy por el Departamento de Comercio.
La fuerte alza en el valor del dólar, que se ha apreciado un 20 % con respeto a una cesta de otras monedas de países avanzados que incluye el yen y el euro en los últimos doce meses, provoca que los productos estadounidenses sean más caros en el extranjero y, a la par, que los productos de fuera de EE.UU. sean más baratos para el consumidor doméstico.
Las exportaciones estadounidenses se redujeron un 0,1 %, hasta un total de 188.600 millones de dólares; mientras que las importaciones se incrementaron un 1,2 %, hasta quedar en 232.400 millones de dólares, empujadas por el auge en las compras de productos farmacéuticos, teléfonos inteligentes y automóviles.
En los primeros seis meses de 2015, el déficit con China creció un 9,8 % respecto al mismo periodo del año anterior, mientras que el saldo negativo frente a Japón también creció un 4,1 %.
El déficit comercial con China tiene un fuerte componente político en EE.UU., especialmente en un momento en el que la Administración del presidente Barack Obama se encuentra inmersa en las negociaciones para lograr el Tratado de Comercio Transpacífico, con otros once países de la cuenca del Pacífico y del que China está ausente.
Los opositores a este acuerdo consideran que el pacto comercial dañaría a los trabajadores estadounidenses, particularmente en el sector manufacturero, cuyos empleos se trasladarían a países con menores costes laborales.
Igualmente destacable fue el dato referente al déficit comercial con la Unión Europea, que se disparó un 16 % en junio, hasta los 14.500 millones de dólares, el mayor registrado desde 1992.
Los expertos prevén que esta tendencia se mantenga en el futuro próximo ante la inminente subida de tipos de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) de EE.UU., que contribuirá a la fortaleza del dólar, y el hecho de que Japón y la zona euro estén inmersas en expansivas políticas monetarias para estimular sus todavía renqueantes economías.
Pese al aumento de junio, el déficit promedio durante el segundo trimestre quedó en 41.800 millones de dólares, un 2,5 % por debajo del mismo periodo de 2014, y también se redujo frente a la media acumulada en el primer trimestre.
Así, los analistas anticipan que el saldo comercial negativo no será un lastre excesivo para el crecimiento del producto interior bruto (PIB) en el segundo trimestre, cuando avanzó a un ritmo anual del 2,3 %, según las primeras estimaciones del Gobierno.
Después de un inicio de año complejo, cuando el comercio exterior se vio afectado por una prolongada huelga sindical que cerró los puertos de la costa oeste del país, la situación se ha estabilizado en el segundo trimestre del año.
En EE.UU., el gran motor de la actividad económica es el gasto de los consumidores, que representa cerca de dos tercios del total, y cuyos últimos indicadores ofrecen un panorama de sólido repunte.