Por Josie Le Blond
HEIDENAU, Alemania (Reuters) - La canciller alemana, Angela Merkel, condenó el lunes las violentas protestas en contra de los refugiados que estallaron el fin de semana en el este de Alemania, culpando a extremistas de derecha que buscan difundir un "repugnante" mensaje de odio.
Más de 30 policías resultaron heridos en los enfrentamientos en la ciudad de Heidenau, cerca de Dresde, a primera hora del sábado, después de que una banda de varios cientos de personas, muchas alcoholizadas, comenzaron a arrojar botellas y pirotecnia a los oficiales. Algunos gritaron "Heil Hitler".
Alemania, que espera que el número de personas que soliciten asilo se cuadruplique a cerca de 800.000 este año, ha sido testigo de decenas de incendios provocados en centros de refugiados en los últimos meses. Pero la violencia en Heidenau, que continuó el sábado y el domingo por la noche, no tenía precedentes.
Sigmar Gabriel, vicecanciller y ministro de Economía, viajó a la ciudad de 16.000 habitantes el lunes y se reunió con el alcalde y residentes locales.
"Hay muchas personas que temen que sus vidas cambiarán debido a los refugiados, que vivir aquí se volverá menos seguro", dijo Gabriel.
"Pero debe quedar claro que no les damos ni un milímetro a estas bandas de extrema derecha", agregó. "Estas son personas que no tienen nada que ver con Alemania. Esta no es la Alemania que queremos", afirmó.
Merkel, a través de su portavoz Steffen Seibert, dijo que era repugnante cómo extremistas de extrema derecha y neonazis habían tratado de difundir su mensaje de odio cerca de un centro en Heidenau, donde 250 refugiados llegaron a última hora del viernes.
"La canciller y todo el gobierno condenan de la manera más dura posible la violencia y el ambiente agresivo hacia los extranjeros allí", dijo Seibert.