Tokio, 23 feb (EFE).- El ministro nipón de Transporte, Seiji
Maehara, admitió hoy que Toyota podría no haber transmitido toda la
información necesaria en sus recientes llamadas a revisión y dijo
que se reforzará en Japón el sistema de control de calidad de los
vehículos.
Maehara indicó que "la posibilidad de que Toyota no haya
transmitido información detallada al Gobierno es alta", tras las
llamadas masivas a revisión de millones de vehículos en todo el
mundo, que en Japón afecta sólo a los híbridos de última generación.
Los posibles defectos de los modelos del fabricante mundial
afectan a la aceleración de muchos de sus vehículos, mientras en el
caso de los híbridos se limitan a una falta de actualización del
software de los frenos.
El presidente de Toyota Motor, Akio Toyoda, comparecerá mañana
ante un comité del Congreso de Estados Unidos que intenta determinar
si la respuesta del fabricante fue la adecuada para solucionar los
problemas de sus vehículos por posibles aceleraciones involuntarias.
Toyoda ha negado que la compañía haya ocultado información desde
que se iniciaron las primeras llamadas a revisión en Estados Unidos
en noviembre, que se ampliaron en enero a todo el mundo y ahora
afectan a más de 8,5 millones de unidades.
Una portavoz de Toyota negó hoy a Efe que el primer fabricante
mundial de automóviles haya intentado ocultar información y afirmó
que la llamada a revisión en Japón, que afecta a unos 223.000
vehículos, se llevó a cabo "realizando los pasos de la manera
correcta".
Maehara propuso además un sistema de revisiones en el que un
fabricante de automóviles tenga que informar de todos los defectos
relacionados con un modelo sin importar la entidad del fallo.
Basándose en el mecanismo actual, el fabricante es el responsable
de iniciar una llamada a revisión y el Gobierno japonés puede
recomendarla si lo cree necesario, pero no tiene autoridad para
ordenarla.
Según las fuentes de Toyota consultadas por Efe, "la compañía fue
clara en la apariciones públicas" que realizaron en Tokio a
principios de febrero explicando el problema que afectaba a algunos
de sus híbridos por un problema del software que coordina la
respuesta de los frenos.
"Dimos los pasos de manera correcta y recurrimos a la llamada a
revisión cuando fue necesaria", afirmó la portavoz de Toyota.
El 9 de febrero la compañía llamó a revisión a 223.068 vehículos
híbridos en Japón, entre ellos la última generación del híbrido
Prius.
No obstante, los responsables de Toyota habían asegurado con
anterioridad que habían detectado y aplicado una modificación en el
software del sistema de frenado en enero sin informar al Gobierno.
EFE