Lima, 17 jun (EFE).- Varias ciudades del sur peruano, entre ellas
la turística Cuzco, secundan hoy una paralización en rechazo a la
exportación del gas del yacimiento de Camisea, una protesta que para
el presidente Alan García responde a "intereses electorales".
El paro tuvo gran impacto en el Cuzco, donde fue acatado casi por
la totalidad de los pobladores y se produjeron grandes
movilizaciones encabezadas por las mismas autoridades del gobierno
regional, según informaron los medios locales.
En la vecina ciudad de Puno, fronteriza con Bolivia, la protesta
llevó a la paralización del transporte público y a que las
dependencias estatales fueran resguardadas por la policía.
En Arequipa también se suspendieron las clases en los colegios y
universidades y se realizaron mítines convocados por los gremios de
Construcción Civil y el sindicato de profesores (Sutep).
El paro en la llamada "Macro Región Sur" de Perú (por incluir a
varias regiones), comenzó hoy con intentos de bloqueos de
carreteras, lo que afectó al turismo, ya que el tren a Machu Picchu,
en el Cuzco, suspendió sus servicios hoy y mañana, según informó en
una rueda de prensa el ministro de Turismo, Martín Pérez.
Aunque las operaciones en el aeropuerto del Cuzco se realizaron
con normalidad, decenas de turistas tuvieron que ser trasladados en
un convoy policial hasta sus hoteles para evitar incidentes, según
informó el portal elcomercio.pe.
Junto a estas provincias, la convocatoria del paro también rige
en los departamentos de la andina Apurímac y la selvática Madre de
Dios, donde se han formado distintos Frentes de Defensa que reclaman
paralizar la exportación del gas del yacimiento de Camisea mientras
no se garantice el abastecimiento para el mercado interno.
Los huelguistas de oponen a la exportación del gas del yacimiento
de Camisea, en la selva del Cuzco, y a la construcción de un ducto
hacia la costa que pueda permitir esta exportación.
Los pobladores del sur peruano exigen al Gobierno que se
construya el llamado gasoducto del sur, para asegurar el
abastecimiento de gas a su región, un proyecto que el presidente
García asegura que dejará encaminado para que lo termine el próximo
Gobierno, que asumirá sus funciones en julio del 2011.
El presidente afirmó que algunos sectores con intereses
electorales quieren convertir "el tema del gas natural en una
bandera política", con miras a los próximos comicios electorales.
"Me imagino que candidatos de todos los niveles, que buscan
siempre una bandera, en vez de hacer proposiciones importantes sobre
cómo usar el gas en el sur, simplemente espantan, asustan, crean
zozobra en la gente, porque es la manera más elemental de buscar
apoyo electoral", declaró el gobernante sin citar a ningún político
en particular.
García adelantó que ha conversado con el presidente de Brasil,
Luiz Inácio Lula da Silva, y con representantes de empresas
brasileñas para que intervengan en la construcción del gasoducto del
sur.
El gobernante ratificó que existen reservas suficientes de gas
para garantizar los requerimientos nacionales y remarcó que detener
la exportación del gas hubiera significado para Perú "un enorme
costo" porque ya existen contratos firmados.
"En eso trabajamos y el volumen de gas que tiene nuestro país, y
que estamos seguros conforme avance la perforación y la exploración
va a aumentar, garantiza por muchos años todo el consumo interno que
requerimos", aseguró.
A pesar de esto, la bancada nacionalista, tenaz opositora a la
exportación, intentó hoy que el Congreso de la República debata
sobre el tema, mientras que sus parlamentarios aparecieron vestidos
con unas camisetas que rezaban "Gas de Camisea para los peruanos".
En Lima, la Confederación General del Trabajadores de Perú (CGTP)
organizó una marcha en apoyo a la protesta del sur, mientras que su
secretario general, Mario Huamán, aseguró que el paro es total en
Cuzco.
Huamán dijo que los pobladores exigen desde hace cuatro años la
construcción del gasoducto andino y denunció que en el país sólo
20.000 familias tienen acceso al gas, mientras que en Colombia este
llega a cinco millones. EFE
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