Lisboa, 27 jun (EFE).- La asamblea general de accionistas de la
compañía lusa Portugal Telecom (PT) vota el próximo miércoles la
oferta de la española Telefónica para hacerse con el control de la
brasileña Vivo en un clima de tensión entre ambas compañías.
Telefónica ofrece, desde el pasado 2 de junio, 6.500 millones
para hacerse con el 100% de Brasilcel, la empresa con la que
controla a medias con PT el 60% de Vivo y donde ambas firmas han
trabajado juntas durante los últimos 13 años.
Desde que el pasado mayo la multinacional española lanzó su
primera oferta de 5.700 millones, la dirección de PT se ha opuesto
firmemente a vender su parte en la operadora de móviles brasileña
por su capacidad de crear valor agregado y su interés estratégico
-cuenta con 55 millones de clientes y crece 750.000 al mes-.
El presidente de PT, Zeinal Bava, ha criticado con contundencia
la operación de Telefónica -la tildó de "traidora"- y ha afirmado en
numerosas ocasiones que la compañía española no ha intentado buscar
otras alternativas.
Con la esperanza de convencer a los accionistas para que no
vendan la participación lusa en Vivo, Bava ha avisado también de que
su empresa está "siempre" preparada.
"No nos subestimen. Nosotros estaremos siempre a la altura del
desafío", remarcó en una de sus últimas apariciones públicas.
La última palabra será de los accionistas, entre los que destacan
el grupo financiero portugués Espírito Santo (7,99%), el fondo
estadounidense Brandes Investment Partners (7,89%), el banco público
Caixa Geral de Depósitos (CGD) (7,30%) y el conglomerado portugués
Ongoing (6,74).
El sentido de voto de estas empresas aún no se conoce, pero
algunas han dado pistas favorables a la compañía portuguesa, como
Ongoing, cuyo presidente, Nuno Vasconcelos, defendió no vender a la
operadora española en las condiciones actuales.
Por su parte, el banco CGD ha recibido indicaciones del Estado
luso para votar contra la propuesta de Telefónica, según reveló el
pasado viernes el primer ministro de Portugal, el socialista José
Sócrates, quien no ha llegado a pronunciarse sobre los derechos
especiales de veto que mantiene en PT el Estado portugués.
La última semana ha sido agitada en el cuartel general de la
compañía portuguesa y se han registrado varios movimientos en su
capital, después de que se confirmase que Telefónica había reducido
un 8% su partición en la empresa lusa, del 10% hasta el 2,02%.
Horas después de esta noticia, PT informó de que el banco suizo
UBS y la gestora estadounidense TPG-Axon Capital habían reforzado su
posición en la empresa, el 5,84% y el 4,24%, respectivamente.
Fuentes del mercado especularon entonces que ambas instituciones,
que juntas ya poseen el 10,08% de PT, podían ser aliadas de
Telefónica en la asamblea de accionistas de Portugal Telecom y votar
a favor de la oferta de la empresa que dirige César Alierta.
Asimismo, Portugal Telecom reveló que Telefónica había realizado
desde la semana tres contratos de cobertura (equity swaps) sobre
acciones de la compañía lusa por un total del 8% del capital
-resultante de su reducción accionarial en PT-.
Bava sembró dudas sobre esta operación -no le pareció "efectiva"-
y dejó en las manos del regulador luso decidir sobre este aspecto.
"Hay fuera de juego, vamos a ver lo que el árbitro decide o no",
apuntó el directivo de PT.
Por su parte, Telefónica aclaró que ni tiene opciones para
recomprar las acciones que ha vendido de PT ni hay acuerdo alguno
sobre el sentido del voto de los compradores en la junta del día 30.
La capitalización bursátil de PT ha crecido desde que arrancó la
operación, el pasado 7 de mayo -pocos días antes de conocerse la
primera propuesta de la compañía española- sus títulos se negociaban
a 6,48 euros, el 2 de junio, tras el aumento de la oferta, se
situaron en 9,12 euros.
Portugal Telecom, el antiguo monopolio estatal de las
telecomunicaciones, es una de las mayores empresas de Portugal que
obtuvo 684 millones de euros de beneficio en 2009, el 19% más que en
2008. EFE