SOFÍA, 12 ene (Reuters) - Los parlamentarios de Bulgaria respaldaron el jueves una resolución destinada a evitar el cierre anticipado de las centrales eléctricas de carbón del país, mientras más de 1.500 mineros y trabajadores de empresas eléctricas se manifestaban frente al Parlamento búlgaro en apoyo del sector del carbón.
En una votación por 187 votos a favor y 11 en contra, los parlamentarios de todo el espectro político búlgaro acordaron que el Gobierno provisional del país debería iniciar conversaciones con la Comisión Europea, así como dar marcha atrás en su compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del sector energético en un 40% respecto a los niveles de 2019 para finales de 2025.
Ese objetivo provocaría el cierre anticipado de algunas de las centrales térmicas de carbón que producen más del 45% de la electricidad del país, afirmaron los parlamentarios, que añadieron que los generadores de electricidad deben estar plenamente operativos hasta 2038.
"Estas centrales térmicas nos proporcionan independencia y seguridad energética. Tenemos que salvarlas", declaró en el Parlamento la ex ministra de Energía, Temenuzhka Petkova.
Bulgaria fijó el año pasado el objetivo climático de eliminar el carbón y un marco gradual para hacerlo, como parte de su plan nacional para aprovechar más de 6.000 millones de euros (6.450 millones de dólares) de fondos de recuperación de la Unión Europea.
Ante la perspectiva de nuevas elecciones y los elevados costes de la energía tras el inicio de la guerra en Ucrania y las sanciones a Rusia, los parlamentarios búlgaros, deseosos de apaciguar a los votantes, dijeron que el plan debe renegociarse para proteger la pequeña y abierta economía del país, aunque ello supusiera perder parte de la ayuda de la UE.
Bulgaria, uno de los principales exportadores de electricidad del sureste de Europa, ha utilizado las cuantiosas aportaciones de sus productores de energía, en su mayoría estatales, para proteger a empresas y consumidores de los crecientes costes de la electricidad.
Fuera del edificio del Parlamento, los manifestantes instaron a los parlamentarios a proteger las minas y centrales eléctricas del complejo de carbón de lignito de Maritsa Este, en el sur de Bulgaria, que dan trabajo a más de 10.000 personas.
La organización ecologista Greenpeace ha instado a Bulgaria a centrarse en las energías renovables y en la creación de nuevos puestos de trabajo en las regiones carboníferas, en lugar de mantener las centrales contaminantes.
(Reporte de Tsvetelia Tsolova; edición de Bernadette Baum; editado en español por Darío Fernández)