París, 19 nov (EFE).- Un estímulo de la demanda interna en Alemania ayudaría al necesario proceso de ajuste de los países periféricos de la zona euro, ya que lo haría "más confortable", señaló hoy el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría.
Gurría defendió en conferencia de prensa el proceso de rebaja de los costos laborales que dijo que se llevan a cabo en países como España, Portugal, Grecia e Italia, porque así se trata de corregir los desequilibrios de competitividad que se habían generado en los años anteriores al estallido de la crisis en la zona euro.
Pero añadió que si se generara una mayor demanda interna en Alemania ese ajuste podría ser "más confortable", porque evitaría una parte de la "devaluación" salarial que se ha producido.
Destacó, en cualquier caso que "algunos países" en los que los salarios subieron por encima de la productividad antes de la crisis ahora "han empezado a converger", y citó los casos de "España, Portugal e Irlanda".
"Esos países están recuperando competitividad", un resultado que lo obtienen en primer lugar los que empezaron antes los ajustes, y en particular Irlanda, que se había lanzado en 2008-2009 y tras su salvamento financiero ahora cumple los objetivos que le había marcado la troika, comentó.
Gurría participó en la presentación del informe semestral de Perspectivas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en el que se calcula que España aparece como el país de los periféricos de la zona euro que más avances ha conseguido de la mano de la recuperación de su saldo exterior.
En concreto, entre la segunda mitad de 2012 y el mismo periodo de este año, España ha ganado alrededor de 1,25 puntos de producto interior bruto (PIB), en gran medida por el descenso de sus importaciones y en menor medida por el aumento de las exportaciones.
En ese mismo periodo, Italia ha obtenido en torno a 0,6 puntos de PIB con el saneamiento de su saldo comercial, y Grecia, Portugal e Irlanda algo menos de 0,5 puntos.
Según la OCDE, el PIB de la zona euro en su conjunto caerá este año un 0,4 %, antes de recuperar un 1 % en 2014 y un 1,6 % en 2015, gracias en particular al motor alemán. EFE
Gurría defendió en conferencia de prensa el proceso de rebaja de los costos laborales que dijo que se llevan a cabo en países como España, Portugal, Grecia e Italia, porque así se trata de corregir los desequilibrios de competitividad que se habían generado en los años anteriores al estallido de la crisis en la zona euro.
Pero añadió que si se generara una mayor demanda interna en Alemania ese ajuste podría ser "más confortable", porque evitaría una parte de la "devaluación" salarial que se ha producido.
Destacó, en cualquier caso que "algunos países" en los que los salarios subieron por encima de la productividad antes de la crisis ahora "han empezado a converger", y citó los casos de "España, Portugal e Irlanda".
"Esos países están recuperando competitividad", un resultado que lo obtienen en primer lugar los que empezaron antes los ajustes, y en particular Irlanda, que se había lanzado en 2008-2009 y tras su salvamento financiero ahora cumple los objetivos que le había marcado la troika, comentó.
Gurría participó en la presentación del informe semestral de Perspectivas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en el que se calcula que España aparece como el país de los periféricos de la zona euro que más avances ha conseguido de la mano de la recuperación de su saldo exterior.
En concreto, entre la segunda mitad de 2012 y el mismo periodo de este año, España ha ganado alrededor de 1,25 puntos de producto interior bruto (PIB), en gran medida por el descenso de sus importaciones y en menor medida por el aumento de las exportaciones.
En ese mismo periodo, Italia ha obtenido en torno a 0,6 puntos de PIB con el saneamiento de su saldo comercial, y Grecia, Portugal e Irlanda algo menos de 0,5 puntos.
Según la OCDE, el PIB de la zona euro en su conjunto caerá este año un 0,4 %, antes de recuperar un 1 % en 2014 y un 1,6 % en 2015, gracias en particular al motor alemán. EFE