Nueva York, 9 dic (EFE).- La fusión entre las aerolíneas American y US Airways, que ha creado la mayor compañía aérea mundial, es por ahora el último paso en un largo proceso de concentración en el sector en Estados Unidos, del que los analistas ya se preguntan cuál será el nuevo capítulo.
La operación, valorada en 18.000 millones de dólares, derivó este lunes en el nacimiento de un gigante denominado American Airlines Group (AAL), con más de 100.000 trabajadores y cerca de 6.700 vuelos diarios.
En un sector que en los últimos años ha crecido a golpe de fusión en busca de mayores eficiencias operativas (sobre todo, mayor índice de ocupación de los aviones), la operación podría marcar una pausa en el proceso, al menos por el momento.
El nuevo consejero delegado de AAL, Doug Parker, se mostró hoy muy prudente en unas declaraciones al canal de televisión CNBC, en las que dijo que el sector "podría" tomarse un respiro, aunque tampoco quiso arriesgarse y añadió que "en este negocio nunca sabes qué viene después".
En los últimos años, el transporte aéreo estadounidense ha vivido una serie de fusiones y adquisiciones que han rediseñado el mapa del sector, que ha corregido los problemas de exceso de capacidad y debilidad financiera que acechaban a muchas de las empresas a comienzos de la pasada década.
Hace unos años Estados Unidos tenía ocho aerolíneas de tamaño mediano o grande, que ahora han quedado en cuatro.
De hecho, la mayor aerolínea mundial y de Estados Unidos era United Continental, producto también de otra fusión culminada en octubre de 2010 (la de las compañías United y Continental).
Antes, la fusión entre Delta y Northwest, anunciada en 2008 y concluida en enero de 2010, dio origen a la entonces mayor compañía mundial del sector.
American ya había absorbido en 2001 los restos de la otrora gigante TWA.
Doug Parker, por su parte, es un experto en estas operaciones, ya que le correspondió pilotar la fusión que protagonizaron en 2005 US Airways y America West, que se convirtió en un modelo por la rápida consecución de buenos resultados económicos tras la operación.
La otra cuarta empresa de entidad en el sector es Southwest, especializada en el bajo costo y los destinos de vacaciones, que en 2010 se expandió con la absorción de Air Tran, otra "low cost".
A partir de ahí, apenas quedan aerolíneas de entidad, con la excepción de compañías de bajo costo como JetBlue y Allegiant Air que se especializan en diferentes regiones, y de dos empresas regionales de zonas muy específicas: Hawaian Airlines y Alaska Airlines.
Esta concentración progresiva ha generado preocupación entre los consumidores, que temen la menor oferta se traduzca en precios más altos. De hecho, la fusión de American y US Airways llegó hasta el Tribunal Supremo, que en la noche del sábado rechazó el recurso de un grupo de consumidores y agencias de viaje.
La culminación de la fusión de American y US Airways se tradujo en el debut de las acciones de la nueva compañía (American Airlines Group) en el mercado electrónico Nasdaq, donde algo después de la media sesión subían un 4,59 %.
Sin embargo, este buen debut no pareció afectar a las restantes principales aerolíneas, que a esa hora subían de forma unánime: Delta Airlines avanzaba un 1,95 %, United Continental ganaba un 1,33% y las de Southwest un 0,93 %. EFE
La operación, valorada en 18.000 millones de dólares, derivó este lunes en el nacimiento de un gigante denominado American Airlines Group (AAL), con más de 100.000 trabajadores y cerca de 6.700 vuelos diarios.
En un sector que en los últimos años ha crecido a golpe de fusión en busca de mayores eficiencias operativas (sobre todo, mayor índice de ocupación de los aviones), la operación podría marcar una pausa en el proceso, al menos por el momento.
El nuevo consejero delegado de AAL, Doug Parker, se mostró hoy muy prudente en unas declaraciones al canal de televisión CNBC, en las que dijo que el sector "podría" tomarse un respiro, aunque tampoco quiso arriesgarse y añadió que "en este negocio nunca sabes qué viene después".
En los últimos años, el transporte aéreo estadounidense ha vivido una serie de fusiones y adquisiciones que han rediseñado el mapa del sector, que ha corregido los problemas de exceso de capacidad y debilidad financiera que acechaban a muchas de las empresas a comienzos de la pasada década.
Hace unos años Estados Unidos tenía ocho aerolíneas de tamaño mediano o grande, que ahora han quedado en cuatro.
De hecho, la mayor aerolínea mundial y de Estados Unidos era United Continental, producto también de otra fusión culminada en octubre de 2010 (la de las compañías United y Continental).
Antes, la fusión entre Delta y Northwest, anunciada en 2008 y concluida en enero de 2010, dio origen a la entonces mayor compañía mundial del sector.
American ya había absorbido en 2001 los restos de la otrora gigante TWA.
Doug Parker, por su parte, es un experto en estas operaciones, ya que le correspondió pilotar la fusión que protagonizaron en 2005 US Airways y America West, que se convirtió en un modelo por la rápida consecución de buenos resultados económicos tras la operación.
La otra cuarta empresa de entidad en el sector es Southwest, especializada en el bajo costo y los destinos de vacaciones, que en 2010 se expandió con la absorción de Air Tran, otra "low cost".
A partir de ahí, apenas quedan aerolíneas de entidad, con la excepción de compañías de bajo costo como JetBlue y Allegiant Air que se especializan en diferentes regiones, y de dos empresas regionales de zonas muy específicas: Hawaian Airlines y Alaska Airlines.
Esta concentración progresiva ha generado preocupación entre los consumidores, que temen la menor oferta se traduzca en precios más altos. De hecho, la fusión de American y US Airways llegó hasta el Tribunal Supremo, que en la noche del sábado rechazó el recurso de un grupo de consumidores y agencias de viaje.
La culminación de la fusión de American y US Airways se tradujo en el debut de las acciones de la nueva compañía (American Airlines Group) en el mercado electrónico Nasdaq, donde algo después de la media sesión subían un 4,59 %.
Sin embargo, este buen debut no pareció afectar a las restantes principales aerolíneas, que a esa hora subían de forma unánime: Delta Airlines avanzaba un 1,95 %, United Continental ganaba un 1,33% y las de Southwest un 0,93 %. EFE