La crisis originada en el mercado de hipotecas subprime de los Estados Unidos, ha profundizado el panorama de pobreza extrema que se vive en México.
A consecuencia de ello, según cifras de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH) de 2008, y del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), entre 2006 y 2008 aumentó de 13,8% a 18,2% el porcentaje de personas en el país que viven en condición de pobreza alimentaria.
En 2008, 19,5 millones de mexicanos se encontraban es esta situación de pobreza extrema y una de las causas que explicaban en parte este incremento en el nivel de pobreza era la caída en el volumen de remesas desde los EEUU.
Según Juan Luis Ordaz, analista de BBVA Bancomer: “Dada la gran importancia que tienen las remesas en el ingreso de las familias que las reciben, el hecho que algunos hogares mexicanos hayan dejado de percibir esta importante fuente de ingresos es uno de los factores que puede explicar que la pobreza haya aumentado entre 2006 y 2008″.
Según ENIGH, un 14,8% menos de hogares recibieron remesas desde los EEUU durante el año 2008 en relación al 2006.
Más allá de que la mejora en la economía de los EEUU que se observa, aumenta las expectativas positivas de reversión de esta situación, queda en claro que la fragilidad social existente en México es un tema de preocupación y que debe ser atacado firmemente por el gobierno de Calderón.
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