Por Marc Frank
LA HABANA, 1 mar (Reuters) - Cuba ha llegado al final de la temporada óptima de azúcar con una producción 95.000 toneladas por debajo de lo previsto de una meta ya baja de 455.000 toneladas de azúcar sin refinar.
El monopolio estatal azucarero AZCUBA dijo que cuando comenzó la cosecha unas 400.000 toneladas se destinaron al consumo interno y el resto a la exportación.
"Ciertamente no harán el plan y tendrán que importar para cumplir con el consumo interno mínimo", dijo un experto consultado por Reuters, quien pidió permanecer en el anonimato porque no estaba autorizado a hablar con periodistas.
La pregunta ahora parece ser que si la industria superará las 400.000 toneladas previstas. Reuters ha estimado una producción de entre el 60% y el 70% de las expectativas, según los informes de medios estatales provinciales.
La última vez que Cuba produjo menos de 400.000 toneladas fue en 1900.
En 1989, Cuba contaba con más de 100 ingenios y producía 8 millones de toneladas de azúcar sin refinar, la mayoría destinada a la Unión Soviética.
Sin embargo, en los últimos años ha tenido problemas con equipos obsoletos, infraestructura descapitalizada, averías y falta de insumos, desde combustible y repuestos hasta fertilizantes, neumáticos y baterías.
Su sector agrícola, junto con otras industrias, también enfrenta una crisis económica más amplia provocada por las duras sanciones estadounidenses, la pandemia y obstáculos burocráticos.
La cosecha, con solo 23 de los 56 molinos en funciones actualmente, estaba programada para abrir a fines de noviembre y las 13 provincias productoras de azúcar del país cerraron a fines de febrero. La mayoría de los molinos abrieron tarde y ahora algunos ingenios pueden moler hasta abril, dijo AZCUBA.
"No creo que eso haga una gran diferencia porque simplemente no hay caña", dijo el experto.
Cuba históricamente consume entre 600.000 y 700.000 toneladas de azúcar al año y tiene un acuerdo de larga data para exportar 400.000 toneladas a China, según un acuerdo que ahora está aplazado.
(Reporte de Marc Frank; editado por Nelson Acosta y Javier Leira)