Quito, 11 jun (EFE).- El presidente ecuatoriano, Rafael Correa,
tras conocer el resultado "exitoso" de la operación de recompra de
los bonos Global 2012 y 2030, anunció hoy que prevé convertir a
Ecuador en un "país libre de deuda externa ilegítima".
Durante un acto público, en el que su ministra de Economía, María
Elsa Viteri, anunció que ha logrado recomprar el 91 por ciento de
los bonos Global 2012 y 2030, con un descuento del 65 por ciento del
valor nominal, Correa aseguró que el mayor legado que podría ofrecer
a las futuras generaciones es un país sin deudas dañinas.
En abril pasado, Quito lanzó una propuesta para recomprar ese
tipo de bonos, por unos 3.100 millones de dólares, con un descuento
del 70 por ciento.
Previamente, Ecuador había declarado en moratoria el pago de
intereses de esos pasivos, sobre los cuales hay sospechas de haber
sido contratados o renegociados de forma ilegal.
Esa sospecha surgió a finales del año pasado, cuando la Comisión
de Auditoría Integral del Crédito Público (CAIC), creada por Correa,
investigó los pormenores de la deuda externa nacional, sobre todo la
comercial, en poder de acreedores privados.
La CAIC, entonces, advirtió de indicios de ilegitimidad e
ilegalidad en la contratación de ciertos tramos de la deuda
comercial, especialmente los bonos Global 2012 y 2030.
La "subasta holandesa modificada", que propuso Ecuador, ha sido
acogida por la mayoría de acreedores, pero para los que aún faltan,
Quito prepara otra convocatoria, en la que presentará una oferta de
pago de 35 por ciento del valor nominal de cada papel.
Correa resaltó que el Gobierno, desde el inicio de su mandato, en
enero de 2007, se propuso dar una solución integral al problema de
la deuda exterior pública, a la que calificó como "un dogal" para la
economía nacional.
Lo que se busca es "declarar al Ecuador libre de deuda comercial
externa ilegítima", expresó Correa y dijo que ello también podría
ser "trascendental para la región".
Correa aceptó que el manejo que ha hecho de la deuda externa
puede ser criticada por políticos, economistas y organismos
internacionales orientados por el neoliberalismo.
Para ellos "somos peligrosos" por dar "mal ejemplo" a otros
países endeudados, dijo Correa, que ha propuesto que se extienda por
la región la idea de efectuar auditorías nacionales a las deudas.
No obstante, aseguró que "el mundo ahora está en las garras de
ese capital financiero trasnacional" y no ocultó que "los fondos
buitres" o de especuladores financieros pueden emprender demandas
contra su país, aunque dijo que Ecuador se defenderá ante esos
posibles procesos.
Sobre el sistema de recompra de los bonos Global 2012 y 2030,
Correa aseguró que Ecuador desembolsó alrededor de 900 millones,
pero que se retiraron de los mercados internacionales unos 2.900
millones de dólares en papeles.
En total, agregó, esta operación ahorró al país unos 7.280
millones de dólares para los próximos 21 años, lo que supone más de
330 millones anuales y 30 millones mensuales.
No obstante, indicó que el problema de la deuda externa de
Ecuador tiene responsables, sobre todo anteriores gobiernos y ex
autoridades que renegociaron o contrataron créditos para beneficio
de grupos poderosos, en detrimento de la mayoría de la población.
"No habrá perdón ni olvido, no a la impunidad", enfatizó Correa,
que ya ha enviado a la Fiscalía de la Nación el informe de auditoría
de la deuda exterior, donde se precisan nombres y apellidos de los
supuestos responsables.
Con la operación sobre los Bonos Global 2012 y 2030 se ha
resuelto "la tercera parte de la deuda externa pública del Ecuador",
y quedan los otros dos tercios, que corresponden a la deuda
bilateral y multilateral, agregó Correa, aunque no precisó si
investigará también esos pasivos.
"Nos hemos rebelado en contra del sistema que imponía deudas
odiosas, injustas, ilegales, inmorales, que fueron contraídas en
forma irregular, sin el consentimiento explícito de nuestro pueblo",
concluyó el presidente izquierdista de Ecuador, furioso crítico del
neoliberalismo y de organismos como el FMI. EFE