París, 11 mar (.).- La producción petrolera de Estados Unidos, que tuvo un incremento récord de 2,2 millones de barriles en 2018, va a seguir siendo la protagonista en los próximos años y aportará el 70 % del crudo suplementario que se pondrá en el mercado de aquí a 2024, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Esa evolución, que se asienta sobre todo en el tirón inaudito de los yacimientos de esquisto, no sólo convertirán a Estados Unidos en exportador neto desde 2021, sino que en términos brutos sus exportaciones, de 9 millones de barriles diarios al final del periodo, superarán a las de Rusia y se situarán al nivel de las del "número uno", Arabia Saudí.
En su informe de perspectivas para los próximos cinco años publicado este lunes, la AIE afirma que las mayores exportaciones de Estados Unidos (su producción total subirá en 4,1 millones de barriles diarios en ese periodo) reforzarán la seguridad de aprovisionamiento en el mundo.
A eso también contribuirá Brasil, que será el segundo país que más va a elevar sus exportaciones, con 0,8 millones de barriles diarios más, pero igualmente Canadá, Noruega y Guyana.
La otra cara de la moneda la pone la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), cuya capacidad de producción se va a ver lastrada por los efectos de las sanciones y los problemas económicos en Irán y Venezuela, con un descenso previsto de 380.000 barriles diarios para quedar en 34,5 millones en 2024.
En concreto, la agencia aventura que sin cambios en las condiciones del embargo, Irán se quedará estancado en los 3,85 millones de barriles diarios en los cinco años de la previsión, mientras que Venezuela caerá de los 1,31 millones de 2018 a 0,75 en cada uno de los cinco ejercicios siguientes.
Dentro de la OPEP, sólo tienen planes para una expansión significativa de sus bombeos Irak (800.000 barriles diarios más de aquí a 2024, hasta 5,80 millones) y los Emiratos Árabes Unidos (500.000 barriles diarios más, hasta 3,85 millones).
Por el lado de la demanda, la AIE considera que va a seguir aumentando pero a un ritmo un poco más lento. En concreto, espera una subida anual media de 1,19 millones de barriles diarios (1,2 %) que vendrá de la mano de las economías emergentes, y en particular de China e India que juntas supondrán el 44 % de los 7,1 millones de barriles diarios de alza global hasta 2024.
Los autores del estudio subrayan que pese a la ralentización de su economía, China sigue creciendo a elevadas tasas, su producto interior bruto (PIB) se ha duplicado con creces en el último decenio y el consumo de petróleo se está desplazando de la industria pesada a las necesidades del consumidor.
Frente al crecimiento de la demanda en las otras grandes regiones del mundo durante el periodo de previsión (4,4 millones de barriles diarios en Asia-Pacífico, 0,9 millones en Oriente Medio, 0,6 millones en África, 0,9 millones en América), en Europa se anticipa una caída de 0,1 millones.