Bruselas, 26 ago (EFE).- El Gobierno de Holanda se mostró hoy dispuesto a permitir la extracción de gas esquisto, al considerar que los riesgos que presenta esta práctica pueden ser "superados", aunque la decisión final no se espera hasta finales de septiembre.
"Para evaluar la potencial importancia de la (técnica para extraer gas de esquisto de) fractura hidráulica para la economía holandesa, tendremos que llevar a cabo perforaciones de evaluación", afirmó hoy el ministro de Asuntos Económicos holandés, Henk Kamp, ante el Parlamento del país.
Kamp aseguró a los diputados que el estudio independiente encargado a la firma de ingeniería Witteveen+Bos "muestra que, bajo la legislación en vigor, los riesgos de la técnica de fractura hidráulica pueden ser fácilmente controlados".
Pese a estos datos, el Gobierno holandés considera que "aún es muy pronto" para tomar una decisión sobre la puesta en marcha de perforaciones, por lo que ha encargado a un panel de expertos que evalúen primero el estudio.
Los técnicos, que forman parte de la Comisión de Medio Ambiente de Holanda, pondrán sobre la mesa recomendaciones en torno a finales de septiembre, según ha dicho a Efe el portavoz del Ministerio de Energía Roel Vincken, tras lo que la cuestión será llevada de nuevo al Parlamento.
"Incluso si se han procesado solicitudes (para proceder a extraer gas de esquisto), todavía se necesitan varios pasos antes de que se pueda otorgar el permiso", recordó Kamp, entre los que señaló "un estudio específico sobre el enclave es necesario para determinar como las prospecciones de evaluación que pueden ser llevadas a cabo de una manera responsable".
"Si el estudio muestra que las perforaciones de evaluación pueden ser llevadas a cabo de manera segura y responsable, aún se necesitan más licencias para, por ejemplo, para construir una plataforma de perforación", añadió.
El ministro garantizó que las autoridades locales y los residentes estarán involucrados en este proceso, que ha causado la alarma entre los opositores a la fractura hidráulica.
Amigos de la Tierra Holanda rechazó recientemente las conclusiones del informe de Witteveen+Bos, del que ponen en duda su independencia, y pidió que se prohíban las perforaciones, debido al impacto que tienen sobre el medioambiente y los riesgos para las poblaciones cercanas a los yacimientos.
El también llamado gas no convencional es un tipo de gas natural que se presenta atrapado en la roca madre (pizarras y esquistos), por lo que su extracción requiere la rotura de la misma mediante la inyección a presión de agua con arena y una serie de aditivos químicos a través de pozos de varios kilómetros.
Los ecologistas denuncian que ésta técnica destruye amplias extensiones de terreno y contamina el agua utilizada para hacer emerger a la superficie los hidrocarburos, a la vez que eleva el riesgo de terremotos.
Por el contrario, los valedores del gas de esquisto apuntan a la revolución energética que se está viviendo en los últimos años en Estados Unidos gracias a su explotación, y a la ventaja que supondría para reducir la dependencia energética de países tradicionalmente importadores de energía.
En la Unión Europea, las posiciones en torno al gas de esquisto son opuestas, y desde Bruselas se ha optado por el momento por evitar regular esta práctica a nivel comunitario, para dejar espacio a los Estados miembros a decidir qué posición tomar respecto al mismo.
En Francia, la fractura hidráulica está prohibida por ley desde julio de 2011, mientras que otros países como Polonia o Reino Unido se han mostrado a favor de aprovechar este recurso, y en España hay permisos concedidos para llevar a cabo prospecciones en varias regiones. EFE