Investing.com – Los precios del oro ampliaron las pérdidas de esta noche durante la mañana de la jornada de negociación de este martes en Europa, descendiendo hasta mínimos de un mes, pues los inversores reajustaban sus posiciones a la espera de la reunión de dos días sobre política monetaria que la Reserva Federal celebrará en el transcurso de esta jornada.
No se espera que la Fed tome medidas en cuanto a sus tipos de interés al término de su reunión de este miércoles pero los actores del mercado escudriñarán su anuncio sobre política monetaria para conocer más indicios acerca de cuándo se materializarán las subidas de los tipos de interés durante los próximos meses.
En lo relativo a la división Comex del New York Mercantile Exchange, el oro para entrega en diciembre se negoció a 1.324,80 USD por onza troy, a las 2:53, hora de la costa este (las 8:53 en España), dejándose un 0,18% o 2,40 USD.
Los precios del metal precioso se situaron durante la jornada anterior en 1.311,10 USD por onza troy, mínimos de la sesión, justo por encima de los mínimos de un mes registrado en 1.310,70 USD, pues las nuevas expectativas de que la Reserva Federal subirá los tipos de interés este año impulsaron el dólar.
La última tanda de datos de Estados Unidos, mejores de lo previsto, hicieron resurgir los rumores de que la Fed subirá los tipos de interés antes de finalizar el año. Los futuros sobre los tipos de interés estiman que hay un 52% de probabilidades de que los tipos suban en diciembre frente a menos del 20% que se indicaba la semana pasada y avanzando con respecto al 9% de que se hablaba a principios de este mes.
El oro es susceptible a los movimientos de los tipos de Estados Unidos. Una subida gradual de los tipos supone menos amenaza para los precios del oro que una serie de pequeñas subidas bruscas.
El índice dólar, que sigue la evolución de esta moneda con respecto a una cesta de otras seis divisas principales, se situó en 97,05 este martes, no muy apartado de los máximos de más de cuatro meses registrados en 97,59, impulsado por las diferencias entre las previsiones de política monetaria de la Fed y otros bancos centrales del mundo.
La fortaleza del dólar suele lastrar al oro, pues reduce el atractivo del metal como activo alternativo y encarece las materias primas denominadas en dólares de cara a titulares de otras divisas.
El metal precioso seguía respaldado por los rumores de que los bancos centrales de todo el mundo implementarán medidas de estímulo monetario a corto plazo para contrarrestar el negativo impacto económico de la votación a favor del Brexit.
El oro ha subido casi un 25% en lo que va de año, impulsado por las preocupaciones acerca del crecimiento mundial y el estímulo monetario. Las predicciones sobre estímulos económicos tienden a favorecer al oro ya que el metal precioso se percibe como un almacén de valor seguro y como una cobertura contra la inflación.
Los precios se dispararon hasta registrar máximos de dos años en 1.377,50 en julio, pues los temores en torno al crecimiento mundial tras la votación del Reino Unido a favor de abandonar la Unión Europea enviaron a los inversores a refugiarse en las inversiones seguras.