Gyeongju (Corea del Sur), 23 oct (EFE).- La cumbre de Finanzas del G20 en Gyeongju (Corea del Sur) se cerró hoy un "histórico" acuerdo para reformar el FMI por el que Europa perderá poder en un organismo que dirige desde el final de la II Guerra Mundial.
El gran protagonista del encuentro ministerial ha sido el director del Fondo Monetario Internacional, el francés Dominique Strauss-Kahn, quien sacó adelante lo que definió como "la mayor reforma aprobada del órgano de gobierno" de ese organismo, que otorgará más representación a los países emergentes y en desarrollo.
Desde su creación por el Tratado de Bretton Woods de 1944, el Fondo Monetario ha estado siempre dirigido por un ciudadano europeo, mientras un estadounidense ha presidido su institución hermana, el Banco Mundial (BM), por un acuerdo tácito.
Las naciones occidentales siempre han dominado unas instituciones que manejan duros programas de ajuste a cambio de préstamos millonarios y que llevaban años debatiendo su inevitable reforma para adaptarse al siglo XXI, y más tras las recientes crisis.
Hoy, el G20 decidió que Europa cederá dos asientos de los 24 que componen el Directorio Ejecutivo del FMI, que decide sobre préstamos millonarios, el nombramiento de su director gerente y, como resume el propio Fondo, el "día a día" de la institución.
Como reflejo de su creciente presencia en el escenario internacional, el peso en la cuota de los países emergentes y en desarrollo en el órgano directivo de una institución formada por 187 países va a incrementarse, hacia 2013, en un 6 por ciento.
La reforma, que deben aprobar los países europeos en el plazo aproximado de un año, modificará sustancialmente la representación en el Directorio del FMI al colocar a China, Brasil, la India y Rusia entre sus diez primeros miembros en cuanto a cuotas, que determinan su poder de voto y su compromiso financiero.
En la actualidad, Estados Unidos suma el mayor porcentaje, de un 16,74 por ciento, mientras Japón cuenta con un 6 por ciento; Alemania, Francia y el Reino Unido tienen alrededor del 5 por ciento cada uno y China apenas el 3,65 por ciento.
El resto de las cuotas se reparten entre los miembros restantes, que actúan cada uno en representación de su nación o, más habitualmente, de grupos de países.
En el comunicado final, el G20 señaló hoy que el "ambicioso grupo de reformas" aprobado para el FMI le permitirá llevar a cabo su papel de "apoyo al sistema monetario y financiero internacional" y lo convertirá en un organismo "más efectivo, creíble y legitimado".
Los ministros de Finanzas del G20 apoyaron además la propuesta de crear una "red de seguridad financiera" que permita dar estabilidad al sistema y en la que el Fondo Monetario tendrá un papel central.
La decisión de Europa de ceder poder en el FMI fue aplaudida por algunos de los ministros participantes en la reunión de Corea del Sur, incluidos algunos de los afectados.
La ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, calificó esa reforma "largamente esperada" de una medida que permitirá "modificar la balanza de poder y dará espacio a todas las economías, incluidas las emergentes".
Strauss-Kahn agradeció "el gran esfuerzo de los europeos" para sacar adelante una reforma "histórica" que, en su opinión, "pone fin a un debate de décadas sobre la legitimidad del Fondo", al tiempo que se comprometió a un funcionamiento más democrático del Directorio para que todos sus miembros sean elegidos.
Por su parte, el ministro indio de Finanzas, Pranab Mukherjee, cuyo país se convertirá en el octavo país miembro del FMI tras la reforma, consideró que esto otorgará "legitimidad" a la institución dentro del nuevo orden económico mundial. EFE