Por Natalia Zinets y Thomas Grove
KIEV/DONETSK (Reuters) - Las fuerzas del Gobierno ucraniano han levantado su bandera nacional sobre una estación de policía en la ciudad de Luhansk, una ciudad en la frontera con Rusia que había estado bajo el control de los rebeldes desde abril, dijo el domingo un portavoz militar, en lo que podría ser un avance en los esfuerzos por vencer a los separatistas prorrusos.
Las autoridades ucranianas alegan que a pesar de que los rebeldes están luchando en acciones de retaguardia para mantener Luhansk - que es su ruta de apoyo con la vecina Rusia -, el flujo de armas y combatientes con Moscú se ha acelerado.
Los ministros de exteriores de Ucrania y Rusia están preparándose para una reunión en Berlín el domingo, aunque parece probable que la diplomacia se vea superada por un rápido desarrollo en el campo de batalla.
Rusia niega que ayude a los rebeldes y acusa a Kiev, respaldada por Occidente, de provocar una crisis humanitaria a través del uso indiscriminado de la fuerza contra los rusófonos del Este de Ucrania que rechazan el gobierno ucraniano.
Andriy Lysenko, un portavoz militar ucraniano, dijo que las fuerzas del gobierno lucharon contra separatistas en la ciudad de Luhansk el sábado y tomaron el control de la estación de policía del barrio de Zhovtneviy.
"Levantaron la bandera nacional sobre ella", dijo Lysenko a un grupo de periodistas.
Las autoridades separatistas en Luhansk no pudieron ser contactados por teléfono, y una portavoz separatista en Donetsk, la otra fortaleza rebelde en el Este de Ucrania, dijo que no sabía qué había ocurrido en Luhansk.
Una fotografía publicada en Twitter muestra aparentemente una bandera ucraniana en frente de una estación de policía, pero no pudo ser verificada independientemente (pic.twitter.com/fhzEPyUpMp).
En caso de ser confirmada, la toma de la estación de policía es significativa porque la ciudad de Luhansk ha sido durante meses un reducto de los rebeldes donde el gobierno de Kiev no ha existido.
Las tropas ucranianas han estado asediando la ciudad desde las afueras, pero no habían logrado introducir fuerzas dentro de la ciudad hasta ahora. Los separatistas todavía controlan partes de la zona cercana a la frontera con Rusia.
El conflicto de cuatro meses en el este rusófono de Ucrania ha llegado a su fase crítica, con Kiev y Occidente observando expectante si Rusia interviene en apoyo a los cada vez más asediados rebeldes.
Los rebeldes han respondido a los reveses con retórica desafiante, y la lucha continúa.
Las autoridades ucranianas dijeron el domingo que los separatistas derribaron un avión de combate, pero el piloto logró expulsarse y fue posteriormente localizado y rescatado, dijo un portavoz militar, Oleksiy Dmytrashkivsky, a Reuters.
El sábado, Alexander Zakharchenko, primer ministro de la autoproclamada República Popular de Donetsk, dijo que los rebeldes estaban en proceso de recibir cerca de 150 vehículos blindados, incluyendo 30 tanques, y unos 1.200 combatientes que habían estado cuatro meses entrenando en Rusia.
"Se están sumando en el momento más crucial", dijo Zakharchenko en el video. El líder rebelde no especificó de dónde provendrían los vehículos.
Las afirmaciones de que los combatientes fueron entrenados en Rusia es extraña para Moscú, que ha negado en muchas ocasiones las alegaciones de Kiev y sus aliados occidentales de que está proporcionando material de apoto a los separatistas.
FASE CRÍTICA
En una señal de preocupación por los últimos comentarios de los rebeldes, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, acordaron el sábado en una conversación telefónica que los envíos de armas a los separatistas debían detenerse y que tenía que lograrse pronto un alto al fuego, dijo un portavoz del Gobierno alemán.
El riesgo de una guerra abierta entre los dos ex estados soviéticos más poderosos provocó el viernes una ola vendedora en las acciones de todo el mundo.
La crisis ha afectado las relaciones entre Rusia y Occidente a su punto más bajo desde la Guerra Fría y desató una ronda de restricciones comerciales que están perjudicando las economías en dificultades, tanto en Rusia como en Europa.
Sumando a las existentes tensiones, Rusia y Ucrania llevan días discutiendo acerca de un convoy de 280 camiones rusos que llevan agua, comida y medicinas.
Salieron de Moscú hacia el este de Ucrania pero llevan aparcados varios días cerca de la frontera en Rusia.
Rusia dice que se trata de una misión exclusivamente humanitaria en apoyo a los civiles de las zonas afectadas por el conflicto, pero Ucrania está preocupada de que podría servir como una suerte de caballo de Troya para infiltrar suministros militares o crear un pretexto para una intervención armada.
Tras días de enfrentamientos entre Kiev y Moscú, el domingo empezó a haber movimiento.
Dieciséis camiones fueron separados del convoy principal y conducidos hasta la frontera, dijo un fotógrafo de Reuters que estaba presente.
El Comité Internacional de la Cruz Roja dijo desde Ginebra que los guardias de la frontera entre Rusia y Ucrania acordaron que el cargamento fuese inspeccionado.
¿DERROTA REBELDE?
Las autoridades ucranianas han pintado retratado a los separatistas como una fuerza que huye y que empieza a entrar en pánico - aunque los combatientes con los que han hablado periodistas de Reuters en Donetsk dicen que estan determinados para mantenerse firmes.
La Guardia Nacional de Ucrania dijo que sus fuerzas habían capturado a un comandante de campo rebelde de la región de Luhansk y a otros 13 sospechosos de "actividad terrorista".
"Los terroristas están usando ropa común, llevando consigo nada más que su pasaporte e intentando hacerse pasar por ciudadanos normales y pacíficos para atravesar los puntos de control ucranianos", dijo. "Entre los capturados está un comandante de campo del grupo terrorista de Luhansk".
En la pasada semana, tres altos cargos de lso rebeldes han sido destituidos, señalando un creciente desacuerdo sobre como volver a inclinar la balanza a su favor.
El conflito armado ha cobrado un precio humano muy alto.
Naciones Unidas dijo esta semana que alrededor de 2.086 personas han muerto en el conflicto de cuatro meses en Ucrania, con casi 5.000 heridos.
En Donetsk, que al igual que Luhansk ahora está bajo el asedio de las fuerzas de Kiev, la artillería pesada ha destrudio edificios matando e hiriendo a residentes, según los periodistas de Reuters. Las autoridades de Kiev niegan que estén apuntando armas a zonas residenciales.