Bruselas, 22 mar (EFE).- La Comisión Europea insistió hoy en que corresponde a las autoridades portuguesas evaluar hasta qué punto es sostenible el precio actual de la financiación de su deuda para tomar la decisión de solicitar la asistencia financiera de sus socios europeos.
"Una demanda de asistencia es una decisión que debe ser tomada por Portugal. No nos corresponde a nosotros", aseveró hoy el portavoz comunitario de Asuntos Económicos y Monetarios, Amadeu Altafaj.
El Gobierno portugués se ha resistido hasta ahora a solicitar la ayuda europea pese a la escalada de los intereses que debe pagar por su deuda, aunque la situación de incertidumbre política que vive en los últimos días ha reavivado los rumores sobre un eventual rescate.
El desencadenante de esta crisis política fue la presentación, el pasado 11 de marzo, de un nuevo paquete de medidas de ajuste y reformas encaminadas a aumentar la credibilidad del país entre los inversores.
Las medidas fueron bien acogidas en Bruselas pero provocaron el rechazo unánime de todos los partidos con representación en el Parlamento, haciendo temer por elecciones anticipadas.
A este respecto, el portavoz recordó que tanto la Comisión Europea como el Banco Central Europeo y el resto de socios del euro "consideran que el paquete de medidas (anunciado por el Gobierno) permitiría restablecer la débil confianza sobre la capacidad de Portugal" de hacer frente a su precaria situación.
"Corresponde a todos los actores políticos portugueses el hacer frente a sus responsabilidades", dijo Altafaj, quien explicó que la Comisión "vigilará de cerca los acontecimientos" pero no le corresponde entrar en "un debate político nacional".
Por otro lado, el portavoz insistió en que es "extremadamente importante" que los países de la zona euro lleguen a un acuerdo sobre la reforma del fondo de rescate temporal para países con problemas de financiación (EFSF, según sus siglas en inglés), en vigor hasta que sea sustituido por el fondo permanente, en 2013.
El fortalecimiento del fondo temporal -para que su dotación de 440.000 millones sea realmente efectiva y pueda comprar bonos de países con problemas- es visto con interés desde Portugal como una vía para recibir ayuda sin tener que solicitar un programa de rescate al uso, sujeto a estrictas condiciones.
"El trabajo avanza deprisa", aseguró Altafaj, quien no pudo precisar la fecha en la que estará lista, aunque garantizó que será antes del verano, de manera que los parlamentos nacionales puedan votar a la vez la reforma del fondo transitorio y el permanente, sobre el que la zona euro sí que llegó a un acuerdo ayer.
Al parecer, el Gobierno finlandés es el país que obstaculiza la aprobación de la reforma del fondo temporal, ante el temor de que una mayor aportación le penalizara en las elecciones del mes próximo.
"No puedo predecir lo que el Parlamento finlandés dirá o hará sobre esto. Lo que está claro es que avanzamos a nivel de crucero hacia un resultado final del paquete global de la crisis de la deuda", insistió Altafaj. EFE