Madrid, 23 ago (.).- Las grandes petroleras europeas "mienten" sobre la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), responsables del calentamiento global, afirma Greenpeace en un informe, en el considera que están practicando greenwashing" (hacer pasar por verdes acciones que no lo son).
El documento "Las Sucias Doce: el blanqueo en verde de 12 Petroleras Europeas" revela que las multinacionales del petróleo siguen invirtiendo mayoritariamente en combustibles fósiles, pese a que presentan una "falsa imagen" de compromiso con la descarbonización y las energías renovables y la mayoría se han comprometido a alcanzar cero emisiones en 2050.
De las empresas europeas analizadas en el estudio, sólo un 0,3 % de la producción de energía fue electricidad de origen renovable.
Además, sólo el 7,3 % de sus inversiones (6.570 millones de euros) pueden considerarse realmente bajas en carbono (incluyendo energías como la solar, eólica, geotérmica hidráulica, el hidrógeno verde y otros gases verdes), mientras el 92,7 % de las inversiones (81.520 millones de euros) siguen centrándose en extraer más petróleo y gas fósil.
Apuntan que la principal causa de la exacerbación de los efectos del cambio climático son las emisiones producidas por los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón), "que suponen el principal negocio de las empresas incluidas en el estudio".
A estos factores se han añadido la guerra en Ucrania y el "desorbitado" ascenso en los precios del petróleo y el gas, que "han contribuido al aumento de los beneficios de las empresas energéticas en 2022", que en lugar de fomentar medidas contra la emergencia climática, "han ido a aumentar los dividendos de sus accionistas y más inversiones en combustibles fósiles".
Por ello instan a los gobiernos a que, "frente a tanta irresponsabilidad", dejen de subsidiar a estas empresas y promuevan una regulación firme para "reducir a más de la mitad las emisiones en 2030 y llegar a una descarbonización total en 2040".
Urgen a los Gobiernos europeos a regular "estrictamente" la industria de los combustibles fósiles, con inversiones obligatorias en infraestructuras "genuinamente verdes", un plan para evitar inversiones en "activos varados" (infraestructura "inservible" bajo el régimen del Acuerdo de París), el pago de impuestos permanentes por los beneficios, la prohibición de toda publicidad y de la práctica del "greenwashing".