El papa ha llamado a disipar las "tiniebras de la corrupción, la desigualdad y la sed de venganza" en Bogotá, durante una misa campal a la que han asistido más de un millón de personas. Francisco subraya una y otra vez durante este viaje la necesidad de "dar el primer paso" hacia la reconciliación en un país profundamente herido por décadas de conflicto y dividido tras la firma de la paz con las FARC.