Asunción, 29 abr (EFE).- El Senado de Paraguay aprobó hoy el
aplazamiento por otros tres años la aplicación del controvertido
Impuesto a la Renta Personal (IRP), que alcanza a los que ganan el
equivalente a 120 salarios mínimos anuales, unos 32.500 dólares.
La cámara alta, de mayoría opositora, aprobó el cuarto
aplazamiento desde el anterior período legislativo, con 25 votos a
favor, 16 en contra y una abstención, durante su sesión ordinaria de
este jueves.
La resolución, que establece la aplicación del IRP a partir del 1
de enero de 2013, queda ahora en manos de la Cámara de Diputados,
que tendrá que decidir sobre su aprobación o rechazo.
El senador Alfredo Luis Jaeggli, del oficialista Partido Liberal
Radical Auténtico (PLRA) y de una fracción disidente a la gestión
del presidente Fernando Lugo, es el principal promotor de ese
aplazamiento.
Los detractores de ese tributo cuestionan, principalmente, la
declaración patrimonial que tienen que presentar para el pago del
impuesto.
Entretanto, el Ejecutivo insiste en la importancia de su vigencia
para "sanear la economía".
El viceministro paraguayo de Tributación, Gerónimo Bellassai,
declaró hoy que el fisco ha dejado de recaudar el equivalente a unos
38 millones de dólares debido a otros aplazamientos anteriores
decretados por el Congreso.
El Senado había aplazado por última vez el 4 de junio de 2009 la
aplicación del polémico proyecto, que fue aprobado en 2005 como
parte del proceso de formalización de la economía de este país.
La ley prevé su aplicación gradual para que en una primera etapa
afecte a unos 10.000 contribuyentes con ingresos equivalentes a 120
salarios mínimos anuales (unos 32.500 dólares).
El IRP fue una de las normativas exigidas en su momento al
Gobierno que presidió Nicanor Duarte por el Fondo Monetario
Internacional (FMI), en el marco de un acuerdo de contingencia que
se había firmado en 2003 y que rigió hasta agosto de 2008.
Los detractores de esa normativa en el Congreso sostienen, entre
otras cosas, que "un mayor ingreso impositivo no garantiza el
bienestar del pueblo, que no recibe a cambio ningún beneficio". EFE