París, 1 oct (EFE).- Los inversores franceses no se dejaron intimidar ni por la crisis política que vive Italia ni por la crisis presupuestaria de Estados Unidos y la Bolsa de París acabó con unas ganancias del 1,28 por ciento en su selectivo CAC-40.
Pese a esas dos situaciones, el indicador de referencia rompió la tendencia marcada la víspera y acabó acercándose a la barrera psicológica de los 4.200 puntos.
Al final de la jornada el cierre se situó en los 4.196,60 puntos con un volumen de intercambios modesto, en torno a los 2.600 millones de euros.
Los bancos fueron el motor de la jornada de subidas en París, en particular la entidad Société Générale, que progresó un 2,77 %.
Aunque la mayor subida correspondió al grupo turístico Accor, que mejoró un 3,77 %, ante las recomendaciones de compra de los fondos.
Algo similar impulsó la subida del consorcio aeronáutico y de la defensa EADS, que subió un 2,63 % y, fuera del CAC-40, del industrial Alcatel-Lucent, que subió un 4,98 %.
El grupo de la seguridad digital Gemalto subió un 2,87 % tras haber firmado un importante contrato en Bélgica.
El constructor automovilístico Renault mejoró un 1,65 % y, fuera del selectivo, Peugeot un 4,16 %, tras haberse difundido el dato de la subida de las matriculaciones de vehículos nuevos en Francia en septiembre pasado.
La compañía eléctrica EDF subió un 2,14 % tras anunciar negociaciones para comprar a Dalkia su filial de iluminación pública Citelum.
El inversor Vivendi progresó un 1,68 % tras conocerse que su filial brasileña GVT negocia con EchoStar la creación de un canal de pago en Brasil. EFE