Nueva York, 20 sep (EFE).- El vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Competencia, Joaquín Almunia, pidió hoy una mayor coordinación de los mercados globales para lograr entornos económicos competitivos.
"Tenemos que definir objetivos comunes para ser capaces de detener y corregir cualquier intento de amañar los mercados y dañar a los consumidores y a la economía", aseguró Almunia en la conferencia inaugural de unas jornadas sobre políticas antimonopolio en la universidad neoyorquina de Fordham.
El comisario europeo se refirió especialmente a los retos que afronta la competencia tras el advenimiento de la "revolución de la información", como "la circulación y el uso de información en los mercados financieros, y los asuntos relacionados con la protección de la propiedad intelectual o la economía digital".
Sobre los mercados financieros, Almunia apuntó que, en los últimos treinta años, las instituciones bancarias han crecido "en tamaño y complejidad" lo que demanda a los reguladores de la competencia "actualizar sus herramientas", máxime cuando este sector "no cuenta con las restricciones que tienen otras industrias para protegernos del daño que pueden hacer".
Por ello, describió los esfuerzos acometidos por la Unión Europea para evitar situaciones de "casi monopolio" en las que habrían derivado operaciones como la planeada fusión entre la bolsa de Fráncfort y el NYSE Euronext neoyorquino, y aludió a otras investigaciones que afectan a empresas como Standard & Poors, Thomson Reuters o Barclays.
Asimismo, señaló que se está investigando "la manipulación de índices de referencia como el Libor, el Euribor y el Tibor", casos que "involucran información financiera de primer orden" y que demuestran que estos valores no ofrecen "suficientes garantías".
Por todo ello, Almunia remarcó que "el sector bancario necesita un cambio de cultura, a lo que puede contribuir un control sobre la competencia, junto a una nueva legislación", ya que resulta "inaceptable que sus principales figuras se comporten como si estuviesen por encima de la ley y fueran inmunes a la responsabilidad social".
En ese sentido, el comisario insistió en la necesidad de que los bancos "retornen a su función primaria de proveer de crédito a la economía real, en términos de competitividad".
Almunia apuntó que otro de los peligros a los que se enfrenta la libre competencia es el del "abuso de las patentes", un problema que se ha puesto de relieve en "el sector farmacéutico y el mercado de los teléfonos inteligentes".
Como ejemplo puso los acuerdos a los que llegan algunos fabricantes de medicamentos con otras compañías farmacéuticas, a las que pagan para que mantengan el genérico, más barato que la marca patentada, fuera del mercado, práctica que se está investigando en los casos de Johnson & Johnson y Novartis, entre otros.
En el sector de los teléfonos inteligentes, se refirió a batallas como la que mantienen Apple y Samsung por patentes en el diseño, que "aunque no son estrictamente casos de competencia, pueden animar a una compañía a usar sus patentes como armas para dañar a sus competidores legítimos", según Almunia.
"Contiendas legales como éstas pueden poner el proceso de estandarización en riesgo y retrasar la innovación de toda una industria", alertó el comisario.
Por último, destacó la necesidad de aplicar restricciones de competencia en aquellas industrias inmersas en la "revolución digital", como la discográfica y la editorial, y hacerlo a la "creciente" velocidad a la que éstas evolucionan.
Almunia insistió en que es necesaria "la coordinación entre las autoridades de distintas jurisdicciones", ya que "los mercados ahora son globales y se mueven muy rápido". EFE