Washington, 26 ago (EFE).- El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, se abstuvo hoy de anunciar nuevas medidas de estímulo monetario en su discurso en Jackson Hole, pero declaró que la Fed las considerará en su reunión mensual de septiembre.
En su discurso en la reunión informal de la Reserva Federal y otros bancos centrales en esta localidad de Wyoming, Bernanke apuntó que la institución que dirige está dispuesta a adoptar medidas para propiciar el crecimiento.
El Comité de Mercado Abierto del banco central estadounidense "está preparado para desplegar sus herramientas según sea necesario para promover una recuperación económica más firme en el contexto de una estabilidad en los precios", agregó.
La reunión del Comité tendrá lugar el 20 y el 21 de septiembre, dos días en lugar de la sola jornada prevista inicialmente, para "permitir un debate más completo" sobre las medidas a tomar, adelantó el alto funcionario.
"Está claro que la recuperación de la crisis ha sido mucho menos sólida de lo que habíamos esperado", señaló Bernanke según el texto del discurso divulgado por la Fed.
Una de las prioridades, según adelantó, será reducir el número de desempleados de larga duración, algo que a su juicio será clave para reactivar la economía.
En la actualidad, el desempleo en EE.UU. se encuentra en el 9,1 por ciento. A ello se suman el deprimido mercado inmobiliario y las consecuencias de la crisis financiera para impedir que la economía despegue definitivamente tras la recesión de 2008.
"Bajo estas circunstancias inusuales, las políticas que promuevan una recuperación más firme a corto plazo pueden ser buenas para los objetivos a largo plazo también", apuntó Bernanke.
Pese a todo, el presidente de la Reserva Federal indicó que las perspectivas a largo plazo de la economía estadounidense inducen al optimismo: "los fundamentos del crecimiento de EE.UU. no parecen haberse visto alterados de manera permanente por las conmociones de los últimos cuatro años", declaró.
Bernanke aprovechó también su discurso para arremeter contra el enfrentamiento político sobre al techo de la deuda, que estuvo a punto de hacer entrar el país en quiebra técnica debido a los desacuerdos en el Congreso entre republicanos y demócratas para autorizar un mayor endeudamiento.
El acuerdo autorizó un aumento del techo de la deuda, al mismo tiempo que contempla la reducción del gasto público entre los 2,1 y los 2,4 billones de dólares en la próxima década.
"Al país le convendría un proceso mejor para tomar decisiones fiscales. Las negociaciones de este verano causaron problemas en los mercados financieros y probablemente en la economía", apunta.
Bernanke sugiere un proceso distinto "más efectivo" que "establezca metas presupuestarias claras y transparentes, junto con mecanismos presupuestarios para establecer la credibilidad de esas metas".
El discurso de Bernanke en esta reunión informal se produce apenas horas después de que el Departamento de Comercio informara de que el Producto Interno Bruto (PIB) de EE.UU. creció a un ritmo anual del 1 % en el segundo trimestre de 2011, menos de lo calculado inicialmente.
En este mismo escenario el año pasado el presidente de la Fed anunció la compra masiva de bonos del Tesoro estadounidense para inyectar liquidez en la economía, en una iniciativa conocida como "quantitative easing" ("expansión cuantitativa").
Bernanke no proporcionó en su discurso en esta ocasión indicio alguno de si ésta sería la opción preferida de la Fed en la reunión de septiembre.
Otras opciones que se han barajado incluyen que el banco central compre bonos a largo plazo -para garantizar que los intereses se mantienen en un nivel bajo- al tiempo que vende una cantidad similar de bonos a corto plazo.
Bernanke también podría poner sobre la mesa una rebaja de los tipos de interés de los depósitos bancarios a corto plazo.
En la reunión de Jackson Hole también tienen previsto intervenir mañana, sábado, entre otros la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, y el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet. EFE