Viena, 9 mar (EFE).- La OPEP ha reajustado hoy levemente a la baja su previsión sobre la demanda mundial de crudo en 2012, que cifra ahora en 88,63 millones de barriles diarios (mbd), y reconoce que el fuerte encarecimiento del petróleo tiende a frenar su consumo.
En su informe mensual, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) señala que, respecto a 2011, el crecimiento de la demanda de crudo será del 0,98 %, ligeramente inferior al previsto hace un mes (1,07 %), al tiempo que destaca la gran incertidumbre que dificulta los pronósticos.
Entre otros, está la crisis de deuda de la zona euro y los propios "petroprecios", que continúan la sostenida escalada iniciada a principios de año y amenazan con destruir parte de la demanda.
"La situación en Europa junto a los altos precios del crudo suponen incertidumbres considerables para la demanda futura de petróleo en lo que queda del año", dice la OPEP.
Los precios suben "a pesar de los temores de que tengan un impacto negativo sobre la demanda de crudo, la debilidad de la economía europea, las reiteradas revisiones a la baja del crecimiento mundial y el (inminente) inicio del segundo trimestre, la temporada del año con menor consumo petrolero", añade.
Y atribuye la fuerte tendencia alcista de este año a los crecientes "riesgos geopolíticos" que, con temores a una posible interrupción de suministros, alientan las actividades especulativas en los mercados de futuros.
Alude así sobre todo a las tensiones con Irán, aunque no nombra directamente al segundo productor de la organización y cuarto del mundo.
Teherán ha amenazado con cortar sus exportaciones de petróleo a Europa, o incluso cerrar el importante estrecho de Ormuz, en respuesta al embargo petrolero de la Unión Europea (UE) que entrará en vigor el próximo 1 de julio como una sanción más contra el régimen de Teherán.
Mientras crece la presión diplomática de EEUU y la UE para que Irán permita a la comunidad internacional esclarecer si su programa atómico persigue fines civiles -como afirma Teherán- o militares -como temen las potencias occidentales- las amenazas de ataques al país persa por parte de Israel se han recrudecido también.
Y además existen otros conflictos que azotan a países petroleros tanto del grupo (Nigeria, Libia), como no miembros (Siria, Sudán, Yemen) y atizan los temores a un corte de los suministros.
Otro factor de incertidumbre ha sido el catastrófico terremoto y posterior tsunami que sufrió Japón hace un año y que elevó el consumo de crudo.
El documento de la OPEP dedica una página entera a los efectos de la catástrofe nipona sobre el crecimiento de la economía mundial y de la demanda energética, y recuerda que, tras el grave accidente de la central atómica de Fukushima, Japón ha apagado 52 de sus 54 reactores nucleares por un período indeterminado.
"El país se ha cambiado a otras formas de combustible -GNL, gasóleo y crudo- para generar electricidad" y ante una menor oferta de petróleo el año pasado (a causa de la guerra en Libia), "la alternativa dominante ha sido el GNL (Gas Natural Licuado) cuyas importaciones se dispararon un 25 %".
Para la OPEP, está claro que "la forma en que Japón resuelva su dilema nuclear" tendrá un "impacto considerable" en la economía del planeta, y su consumo energético.
Mientras, el precio del barril de la OPEP ha subido hasta los 124,13 dólares (el jueves pasado), un nivel no visto desde el 22 de julio de 2008.
Según los datos publicados, la OPEP incrementó su bombeo el mes pasado hasta los 30,96 mbd, 144.100 bd más que en enero, debido a la recuperación de la producción de Libia, que alcanzó una media de 1.188 mbd (180.000 bd más que en enero), mientras que el bombeo de otros socios, como Arabia Saudí, Kuwait o Irán, cayó el pasado mes. EFE