LONDRES, 20 jul (Reuters) - El rápido crecimiento de la demanda como consecuencia de la transición energética podría provocar una escasez de varios metales en la próxima década, a menos que se incremente la inversión, según ha declarado un grupo mundial de productores de energía, consumidores e instituciones financieras.
Según un informe de la Comisión de Transición Energética (ETC por sus siglas en inglés), los grandes déficits de oferta de litio, níquel, grafito, cobalto, neodimio y cobre podrían elevar los precios y retrasar el objetivo de alcanzar las emisiones netas cero en 2050.
Para reducir el riesgo de escasez, las minas tienen que producir más, pero los proyectos mineros a gran escala pueden tardar hasta 20 años en entrar en funcionamiento, y la última década se caracterizó por la falta de inversión en exploración y producción, según la ETC.
"En algunos minerales clave, sobre todo el litio y el cobre, será difícil aumentar la oferta con la rapidez suficiente en la próxima década para seguir el ritmo del rápido crecimiento de la demanda", afirma en el informe Adair Turner, presidente de la ETC.
La inversión anual de capital en metales de transición energética fue de 45.000 millones de dólares de media en las dos últimas décadas, frente a los 70.000 millones necesarios cada año hasta 2030 para ampliar la oferta, según el ETC.
"Gobiernos, reguladores, productores y consumidores deben trabajar juntos para aumentar el reciclaje, mejorar la eficiencia de los materiales, invertir en nuevas explotaciones mineras y regular las normas medioambientales y sociales", afirmó Turner.
La transición energética, según la Comisión, requerirá la producción de hasta 6.500 millones de toneladas de materiales acumulados entre 2022 y 2050, de los que el acero, el cobre y el aluminio representarán el 95%.
La previsión asume un despliegue agresivo de tecnologías de energía limpia para la descarbonización global y que el reciclaje y la cantidad de material necesario seguirían las tendencias recientes.
Sin embargo, si los inversores consiguen acelerar los avances tecnológicos, la eficiencia y el reciclado de materiales de energías limpias, la necesidad acumulada de nuevos suministros procedentes de las minas acabaría reduciéndose entre un 20% y un 60%, añadió.
(Reporte de Polina Devitt; Editado en español por Aida Peláez-Fernández)