Bruselas, 29 abr (.).- Los países de la Unión Europea (UE) abordan la posibilidad de restringir la recarga y transferencia de gas natural licuado (GNL) ruso en los puertos europeos en el marco del decimocuarto paquete de sanciones contra Rusia que ya estudian como respuesta a la invasión de Ucrania.
Diversos países comunitarios son proclives a actuar contra el trasvase de GNL, que llega en su mayor parte a la UE a través de las terminales de Bélgica, Francia o España.
Precisamente, el pasado viernes el Gobierno belga decidió unirse a quienes apoyan la eliminación progresiva de la transferencia de GNL ruso en la UE, pero pidió que esa supresión no comprometa la seguridad del suministro y los precios.
En Bélgica, el gestor de la red de transporte de gas natural licuado, la empresa Fluxys, tiene un contrato de 25 años con la empresa rusa Yamal LNG para transferir y almacenar el GNL -cuya mayor parte es después reexportado a Asia- en su terminal del puerto de Zeebrugge, según el diario “Le Soir”.
Bélgica también va a pedir un embargo de las importaciones de barras de combustible nuclear ruso, ya que en este momento el uranio procedente de Rusa no está sometido a sanciones.
En paralelo, Suecia y los países bálticos insisten en reaccionar contra la flota rusa “en la sombra” que, a través del mar Báltico y utilizando navíos con bandera de terceros países, facilita que Moscú siga exportando el petróleo vetado por la UE.
Advierten de que se añade el riesgo medioambiental al emplearse en esa flota barcos no aptos para navegar.
El nuevo paquete de sanciones continuará afinando las medidas para impedir que Moscú eluda las restricciones ya en vigor.
Tras 13 paquetes de sanciones impuestas por Occidente a Rusia, Moscú sigue exportando gas por tubería y GNL, al redirigir los suministros a Asia y particularmente a China.
Por otra parte, el Parlamento Europeo respaldó el 11 de abril una nueva normativa sobre los mercados del gas -que debe aún recibir el visto bueno del Consejo de la UE- que contempla la posibilidad de que los Estados miembros puedan limitar, de forma coordinada, el acceso del gas ruso y bielorruso a las redes a través de tubería o de terminales de GNL.
Las compras de gas ruso por tubería en la UE desde la invasión de Ucrania han caído un 71 %, pero las ventas de gas natural licuado se han mantenido estables.
La mayor parte de ese GNL llega a la UE a través de las terminales de Francia, Bélgica o España, país este último que reclamaba una respuesta comunitaria coordinada para evitar que la prohibición unilateral en un país sirviera sólo para que los metaneros con gas ruso buscaran otros puertos en territorio comunitario.