La Paz, 29 jun (EFE).- El Estado boliviano cobró una garantía de
850.000 dólares de la minera canadiense Atlas Precious Metals debido
a que ésta no cumplió con las inversiones prometidas para reactivar
una fundición de metales en el sur de Bolivia, informaron hoy medios
locales.
En entrevista con la radio Fides, el presidente de la estatal
Corporación Minera de Bolivia (Comibol), Hugo Miranda, dijo que
Atlas Precious Metals ha incumplido con su plan de inversiones para
operar el complejo metalúrgico de Karachipampa, situado en el
departamento de Potosí (suroeste).
"Ya se han ejecutado las garantías, se ha hecho conocer a la
empresa que hemos ejecutado la boleta y le hemos citado para una
reunión. Son 850.000 dólares por el incumplimiento al contrato para
la reactivación del complejo de Karachipampa porque se venció el
plazo el pasado 20 de junio", indicó.
La planta fue construida en 1985, con créditos alemanes y belgas
por 200 millones de dólares, para procesar plomo y plata, pero nunca
llegó a funcionar porque se necesitaba un nivel de producción de
esos dos minerales que no existía en Bolivia.
Atlas, que también tiene socios estadounidenses, comprometió hace
dos años una inversión de 85 millones de dólares para poner en
marcha desde 2009 el complejo metalúrgico, donde funcionará una
fundición de plomo y plata, una refinería de zinc y una planta de
producción de ácido sulfúrico.
Según Miranda, las inversiones de Atlas deberían llegar al 90%
del monto comprometido hasta este año.
El funcionario no precisó cuánto invirtió la empresa hasta el
momento, sin embargo, en marzo pasado, el ministro de Minería, José
Pimentel, manifestó su preocupación porque no se han visto avances
significativos en el proyecto.
Miranda señaló que se ha convocado al presidente de la empresa,
Harold Roy Shipes, para definir la situación del proyecto.
Según el funcionario, Atlas ha argumentado que sus inversiones no
avanzaron por un problema con indígenas de la zona para adquirir los
terrenos donde debe construirse una de las refinerías.
Atlas es la segunda empresa extranjera a la que Bolivia multa por
no cumplir con sus inversiones, ya que en abril pasado, el Gobierno
de Evo Morales cobró 18 millones de dólares que la empresa india
Jindal depositó como garantía en un proyecto siderúrgico que se
desarrolla en el este del país, en la frontera con Brasil. EFE