Barcelona, 27 nov (EFE).- El Tribunal Arbitral ha declarado
"terminado" el contrato de Repsol y Gas Natural con la empresa
estatal argelina Sonatrach, que se quedará el proyecto Gasi Tuil, y
no obliga a ninguna de las partes a indemnizar a la otra.
El laudo ordena a Sonatrach a que compre a las compañías
españolas su participación en la sociedad conjunta encargada del
proceso de licuefacción en el proyecto Gasi Tuil y que pague un
precio igual a la tesorería actual de dicha sociedad, han informado
Repsol y Gas Natural a la Comisión Nacional del Mercado de Valores
(CNMV).
En cuando a las inversiones efectuadas en el proyecto, el laudo
no prevé su restitución, por lo que Gas Natural dará de baja por tal
concepto los créditos asociados que ascienden aproximadamente a 60
millones de euros, en tanto que el impacto para Repsol será de 105
millones.
Tanto Gas Natural como Repsol, no obstante, han subrayado en su
comunicado que el laudo "no tendrá un impacto significativo en sus
resultados".
En cualquier caso, ambas compañías han asegurado que están
analizando el contenido de la resolución arbitral para decidir si
realizan alguna otra acción en relación con este proceso.
El laudo dictado hoy resuelve la controversia entre Repsol y Gas
Natural y Sonatrach sobre la terminación del contrato relativo al
proyecto integrado Gasi Tuil, adjudicado en 2004.
Gas Natural y Repsol reclamaban 2.400 millones de dólares (unos
1.610 millones de euros) a Sonatrach por la ruptura de los contratos
del proyecto Gasi Tuil, mientras que la argelina les exigía 800
millones de dólares (unos 537 millones de euros) por los retrasos en
su ejecución.
Sonatrach rescindió los contratos con las empresas españolas en
septiembre de 2007 alegando retrasos en el proyecto, consistente en
la exploración, producción y comercialización de gas natural licuado
en la zona de Gasi Tuil, que Repsol y Gas Natural obtuvieron en
noviembre de 2004 en un concurso internacional.
La inversión prevista en este proyecto, el primero adjudicado
hasta entonces a un consorcio formado por compañías extranjeras,
ascendía a 3.500 millones de dólares (unos 2.350 millones de euros
al tipo de cambio actual) y debía entrar en fase operativa en 2009.
Repsol y Gas Natural denunciaron la decisión de la compañía
argelina de "ilegítima e ilegal" y el conflicto se llevó a un
proceso arbitraje internacional en Ginebra. EFE