Bruselas, 10 sep (EFE).- La Comisión Europea destacó hoy la
oportunidad que supone la próxima implantación de un área única de
pagos en Europa para potenciar la innovación tecnológica en ese
ámbito y, en concreto, para extender el uso de internet y el
teléfono móvil a la hora de efectuar pagos.
El objetivo del área única de pagos (SEPA, en sus siglas en
inglés) es que los pagos transfronterizos en euros -con tarjeta de
crédito o débito, transferencia electrónica, ingreso en cuenta o
cualquier otro medio- resulten tan sencillos, baratos y seguros como
los efectuados dentro del territorio nacional.
En el proyecto, que ya comenzó a aplicarse para las
transferencias el año pasado, participan, además de los 27 socios de
la UE, Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.
La plena entrada en vigor será en noviembre de este año, aunque
las entidades bancarias tendrán un periodo de transición de tres
años, es decir, que podrán seguir aplicando comisiones, por ejemplo,
al pago de una factura en otro país, hasta noviembre de 2012.
En un documento hecho público hoy, la Comisión Europea enumeró
los ámbitos en que todavía quedan cosas por hacer para que la
iniciativa sea un éxito.
En primer lugar, considera esencial fijar una fecha límite para
la puesta en vigor de los nuevos protocolos y reducir al mínimo la
vigencia en paralelo de varios sistemas, y también recomienda
informar adecuadamente a todos los actores de las ventajas del área
única de pagos.
Bruselas cree que la unificación del mercado de pagos debe servir
para modernizarlo, por lo que insiste en que hay que promover el uso
de internet y el teléfono móvil para esas operaciones, así como
potenciar la factura electrónica.
Recuerda, asimismo, la importancia de desarrollar en todos los
países estándares compatibles y abiertos, pero también seguros. EFE