Por Andreas Rinke
HIROSHIMA, Japón (Reuters) - Los países ricos del Grupo de los Siete (G7) deben trabajar juntos para acceder a la tecnología y obtener fuentes de minerales críticos para una transición ecológica, creando capacidad de fabricación adicional en lugar de competencia, dijo el viernes una alta responsable europea.
El G7 está acelerando su impulso hacia tecnologías más ecológicas después de que la invasión rusa de Ucrania interrumpiera cadenas de suministro energético que han durado décadas. El grupo también quiere reducir su dependencia de China, que domina la cadena de suministro de minerales críticos.
"A pesar de todas las dificultades geopolíticas, la transición hacia energías limpias se está acelerando", dijo el viernes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en una cumbre de dirigentes del G7 celebrada en la ciudad japonesa de Hiroshima.
"Ahora que los países del G7 estamos juntos en esta carrera, nuestra competencia debe crear capacidad de producción adicional y no perjudicarnos mutuamente", dijo.
Los países del G7 quieren alcanzar la neutralidad de carbono a más tardar en 2050, incorporando la energía eólica, solar y otros tipos de energías renovables a su combinación de consumo.
La Unión Europea quiere procesar el 40% de las materias primas críticas que consume para 2030, y reducir drásticamente su dependencia de China. Actualmente depende de China en más del 90% de los minerales esenciales para la generación de energía eólica y las baterías.
Von der Leyen afirmó que el G7 debería estudiar la posibilidad de fijar objetivos para la creación de capacidad mundial de fabricación limpia y establecer más alianzas ecológicas "entre nosotros, pero también con otros socios de confianza".
"En los casos en los que tengamos preocupaciones específicas en relación con la competencia leal, deberíamos encontrar la manera de abordarlas", afirmó. "Espero que podamos sacar adelante un Club de Materias Primas Críticas en esta reunión del G7", añadió.
Canadá, miembro del G7, posee muchos de los minerales críticos, como litio, cobalto y níquel, que se utilizan para fabricar baterías para vehículos eléctricos, y el Gobierno está intentando ayudar a los productores y procesadores a aumentar la producción.
Australia, que no es miembro del G7, ha puesto en marcha una serie de subvenciones a empresas de minerales críticos con la esperanza de acelerar el desarrollo de una industria química de baterías. El primer ministro australiano, Anthony Albanese, asiste como invitado a la cumbre del G7, que se celebra hasta el domingo.
(Reporte de Andreas Rinke; redacción de Katya Golubkova; edición de Robert Birsel; editado en español por Flora Gómez)