El mercado del cobre experimentó una semana de volatilidad en respuesta a las elecciones presidenciales estadounidenses y los anuncios de políticas en China. A diferencia del repunte explosivo observado tras la victoria electoral de Donald Trump en 2016, en esta ocasión el cobre no registró un alza similar. Antes de los comicios, el mercado se mostraba cauteloso, con los gestores de fondos manteniendo una modesta posición neta larga en el metal rojo.
En los días cercanos a las elecciones, los precios del cobre en la Bolsa de Metales de Londres cayeron un 4,1% el miércoles, pero recuperaron casi todas las pérdidas el jueves. Los operadores especularon que la amenaza de aranceles sobre los productos chinos podría impulsar al Comité Permanente del Congreso Nacional del Pueblo (CNP) de China a incrementar las medidas de estímulo económico. Sin embargo, el anuncio de un paquete de 1,4 billones de dólares destinado a aliviar la carga de la deuda de los gobiernos locales en China no cumplió con las expectativas, lo que desencadenó una venta masiva de cobre. El viernes, el metal cerró a 9.443,50 dólares por tonelada métrica, registrando una pérdida semanal del 1,3%.
La expectativa del mercado ante un posible resultado electoral estadounidense que pudiera afectar las políticas comerciales y la respuesta económica china fue evidente. La posibilidad de un arancel del 60% sobre los productos chinos propuesto por Trump representa un factor bajista para el cobre, aunque el impacto directo en los flujos de metal entre China y EE. UU. podría ser limitado. Cabe recordar que la administración Biden ya había aumentado previamente los aranceles de importación sobre productos de aluminio y acero chinos, y países como Canadá y México han adoptado medidas similares.
Las implicaciones más amplias para la economía china, que es más vulnerable a una guerra comercial con EE. UU. que hace ocho años, son motivo de mayor preocupación para el mercado del cobre. La reacción inmediata a las elecciones fue buscar señales de Beijing, pero la respuesta recibida fue un plan de gestión de la deuda que difícilmente estimulará de manera significativa el crecimiento a corto plazo.
Como mayor consumidor de metales del mundo, las políticas económicas de China siguen siendo un punto focal para el mercado del cobre. Con las elecciones estadounidenses finalizadas, la atención se ha desplazado nuevamente hacia cómo las acciones de Beijing influirán en la demanda del metal. El mercado continúa vigilando de cerca cualquier cambio de política que pueda afectar la trayectoria del cobre.
La imagen proporcionada muestra una vista general del cobre fundido en la fundición de Anglo American en Chagres, Chile, capturada el 26.04.2024. Los inversores alcistas en metales albergan la esperanza de que los cambios de política en Washington puedan conducir a un giro en el enfoque de estímulo en Beijing, lo que potencialmente impactaría los precios del cobre.
Reuters contribuyó a este artículo.
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