Por Geoffrey Smith
Investing.com -- Los precios del crudo suben este lunes al recuperarse el interés por los activos de riesgo, incluidas las acciones y las materias primas industriales, aunque sigue sometida a una gran presión debido a los persistentes temores de más bloqueos durante el invierno en el hemisferio norte, y por la reanudación de las reservas de la Libia, devastada por la guerra.
A las 17:00 horas (CET), los futuros de crudo de Estados Unidos suben un 0,2% hasta 40,29 dólares por barril, mientras que el Brent de referencia internacional se apunta un alza del 0,4% hasta 42,56 dólares por barril.
Los futuros de gasolina del RBOB de Estados Unidos suben un 0,3% hasta 1,1931 por galón.
Los precios se ven respaldados por la ampliación del repunte de las acciones y el correspondiente debilitamiento del dólar, que ha consolidado sus últimas ganancias en un contexto en gran medida carente de noticias que influyan en el rumbo del mercado. Sin embargo, el mercado sigue de cerca dos eventos geopolíticos que podrían impulsarlo en cualquier dirección.
Por un lado, este miembro de la OPEP ya ha restablecido su producción de petróleo hasta unos 250.000 barriles al día como resultado de un acuerdo de paz provisional entre facciones enfrentadas en la guerra civil del país. Sin embargo, las terminales de exportación Ras Lanuf y Es Sider, dos de las tres terminales más grandes del país, siguen cerradas. Asimismo, el yacimiento Sharara, que puede producir hasta 300.000 barriles al día, aún no ha reanudado la actividad.
Por otro lado, los traders fueron alertados de nuevo por un brote de conflictos en el enclave armenio de Nagorno Karabaj, en Azerbaiyán, este fin de semana. El oleoducto Bakú-Ceyhan, que puede transportar 1,2 millones de barriles al día de crudo a los mercados del Mediterráneo, pasa a 48 kilómetros de la llamada "línea de contacto" entre las fuerzas de ambos lados.
El conflicto Nagorno-Karabakh, que estalló por primera vez durante el colapso de la Unión Soviética hace 30 años, lleva prácticamente congelado los últimos años. Estos dos pequeños países cuentan con poderosos apoyos —Turquía en el caso de Azerbaiyán y Rusia en el caso de Armenia— y ambas potencias han sido capaces de detener las hostilidades antes de que se les fuera de las manos, una realidad geopolítica que a menudo ha suscitado sospechas de que reanudan y ponen en pausa el conflicto cuando les da la gana.
El último estallido se produce en un momento en que Turquía atraviesa una crisis monetaria, mientras que los planes de Rusia de exportar más gas a Europa se ven amenazados por las amenazas de las sanciones estadounidenses.
BP (LON:BP), el operador del oleoducto Bakú-Tbilisi-Ceyhan, ha dicho que está "operando con normalidad" este lunes, según Bloomberg.
Por otra parte, dos destacados perforadores de petróleo de esquisto de Estados Unidos —Devon Energy y WPX Energy— han anunciado sus planes de fusión, con la esperanza de ganar algunos dólares con la operación. Ambos prevén un crecimiento de la producción del 5% anual tras la fusión, según Paul Sankey, de Sankey Research: "Aunque puede que esta cifra siga siendo demasiado elevada, ahora realmente parece más resultado de una inversión muy rentable que de un objetivo en sí mismo", explica.
Según Baker Hughes, el número de plataformas de perforación activas en Estados Unidos ha subido hasta 183 frente a los 179 de la semana pasada. Sin embargo, eso todavía está muy lejos de significar un aumento significativo de la producción de petróleo de esquisto de Estados Unidos.