Washington, 27 may (EFE).- El derrame del Golfo de México es el
peor en la historia de EE.UU. y mayor que el que provocó el
accidente del petrolero Exxon Valdez en Alaska en 1989, que vertió
más de 40 millones de litros de crudo, según los científicos.
Marcia McNutt, directora del Servicio Geológico de EE.UU., una
agencia científica del Gobierno, dijo hoy que los cálculos
preliminares señalan que el pozo abierto en el Golfo de México ha
escupido entre 71 y 147 millones de litros de petróleo al mar.
La agencia calcula que han manado al mar alrededor de 1,9
millones de litros diarios desde el accidente del 20 de abril en la
plataforma operada por British Petroleum (BP), muy por encima de los
alrededor de 800.000 litros que estima la multinacional británica.
La empresa inició ayer una operación bautizada en inglés como
"top kill" para sellar el pozo mediante la inyección de un fluido
compuesto por una mezcla de agua, arcilla y químicos, a la que se
sumarán después capas de cemento.
El comandante de la Guardia Costera de EE.UU., Thad Allen, dijo
hoy que la complicada operación de sellado del pozo de British
Petroleum está funcionando y, de momento, se ha frenado la fuga de
crudo.
Está previsto que el presidente de EE.UU., Barack Obama, anuncie
hoy una extensión de seis meses de la moratoria para realizar nuevas
perforaciones petrolíferas en aguas profundas.
Se espera que el presidente cancele también los planes para
exploraciones y nuevos proyectos en las costas de Alaska y la
propuesta para realizar exploraciones en la costa de Virginia, según
el Post.
Obama mantendrá hoy una rueda de prensa en la Casa Blanca en la
que abordará, entre otros temas, los resultados de un informe
encargado al Departamento del Interior sobre las causas de la
explosión de la plataforma operada por BP.
El presidente encargó el informe al Departamento del Interior
hace un mes y también ha creado una comisión bipartidista para
esclarecer la causa del vertido y recomendar medidas para evitar un
desastre similar en el futuro.
Un informe elaborado por dos congresistas demócratas y divulgado
el martes mantiene que representantes de la empresa reconocieron en
conversaciones privadas que hubo señales de una "gran anomalía" en
el pozo horas antes de la explosión, en la que murieron once
trabajadores.
La compañía comenzó el miércoles a intentar sellar la fuga con la
inyección de lodo y cemento, una operación que nunca se ha realizado
a la gran profundidad en la que se encuentra la tubería abierta.
BP ha advertido que tardará algunos días en determinar si la
operación funciona. EFE