Por Marianna Parraga, Mayela Armas y Matt Spetalnick
WASHINGTON/CARACAS, 25 oct (Reuters) -Políticos venezolanos están discutiendo propuestas para un fondo que podría liberar más de 3.000 millones de dólares y brindar ayuda humanitaria a Venezuela a través de las Naciones Unidas, en un proceso que también involucra a funcionarios de los Departamentos de Estado y del Tesoro de los Estados Unidos, dijeron nueve personas conocedoras de las conversaciones.
Las propuestas, vistas como incentivo para propiciar un diálogo político que lleve a elecciones en Venezuela, surgen mientras más venezolanos intentan alcanzar territorio estadounidense, generando disputas políticas sobre migración.
El arribo de migrantes a la frontera entre Estados Unidos y México está generando discusiones sobre el descongelamiento de los fondos venezolanos retenidos en bancos extranjeros que financiarían importaciones de alimentos y medicamentos, dijeron las fuentes que no estaban autorizadas para hablar públicamente sobre el tema.
Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI), realizada por universidades venezolanas, el 94% de los venezolanos vivía el año pasado en situación de pobreza y más de la mitad experimentaba inseguridad alimentaria moderada o severa.
Algunos analistas y activistas han dicho que las sanciones de Estados Unidos y Occidente exacerban la profunda crisis económica del país.
En 2019, Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump y otros países impusieron sanciones a Venezuela con el objetivo de privar al Gobierno del presidente Nicolás Maduro de ingresos petroleros y con ello quedaron congelados activos, incluidos miles de millones de dólares del país depositados en entidades extranjeras.
Washington y algunos aliados europeos ven la medida de liberar los fondos como esencial para establecer un "acuerdo social" entre el gobierno de Venezuela y la oposición, dijeron las fuentes.
Los departamentos de Estado y del Tesoro de Estados Unidos y el Ministerio de Información de Venezuela no respondieron de inmediato a solicitudes de comentarios.
El portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, no comentó sobre si la organización ha acordado manejar un fondo de ayuda, pero dijo que continúa instando a Venezuela y a la oposición a sostener un "diálogo inclusivo y significativo que conduzca a soluciones negociadas, con los derechos humanos como componente central".
"La movilización de recursos sigue siendo un reto clave," dijo. Añadió que los planes existentes para 2022-2023 están financiados en 16,5% y que la ONU está llamando a sus miembros a prestar apoyo.
La portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Adrienne Watson, dijo a Reuters que cualquier discusión sobre la prestación de ayuda humanitaria a los venezolanos está siendo dirigida por venezolanos. "Estamos listos, de acuerdo con la ley de los Estados Unidos, para calibrar nuestra política de sanciones sobre la base de un proceso liderado por Venezuela".
La administración del presidente Joe Biden ha dicho que cualquier alivio de las sanciones a Venezuela solo se produciría cuando Maduro tome medidas para restaurar la democracia.
A LA CAZA DE DINERO
Maduro propuso por primera vez un fondo administrado por la ONU en 2020. En un video dirigido a la Asamblea General, Maduro criticó la falta de acceso de Venezuela a cuentas extranjeras e instó a la adopción de un "instrumento internacional jurídicamente vinculante para el desarrollo" para superar la pobreza y la desigualdad.
El llamado no generó acción en ese momento en medio de la estrategia de "máxima presión" de Trump para sacarlo del poder.
Desde 2017, Washington ha provisto 1.940 millones de dólares en ayuda humanitaria a Venezuela y a naciones que están acogiendo a venezolanos, pero el dinero no ha hecho mucho para ralentizar un flujo que ha visto a más de 6 millones de venezolanos dejar el país.
El nuevo fondo podría generar rechazo entre quienes apoyan una presión continua sobre Maduro en el Congreso de Estados Unidos. La propuesta también tiene inquietos a algunos partidos de la oposición venezolana ante el potencial impacto de inyectar fondos a la economía del país, que enfrenta graves problemas de liquidez, por los que Maduro podría ganar crédito antes de las elecciones presidenciales.
El Departamento de Seguridad Nacional cercó su frontera y ahora solo permite la entrada desde Venezuela o de un tercer país a solicitantes con familiares que ya vivan bajo estatus legal en territorio estadounidense.
Funcionarios en Washington han argumentado que el fondo de ayuda podría evitar que los venezolanos huyan de su país al mejorar sus condiciones de vida mediante un mejor acceso a alimentos, medicinas y atención médica, y al financiarse proyectos de infraestructura para reparar la red eléctrica de Venezuela, según las fuentes.
Naciones Unidas terminó un primer borrador de la propuesta para la gestión del fondo a mediados de octubre, dijeron las personas. Desde entonces, funcionarios estadounidenses y líderes de la oposición están tocando las puertas a algunos organismos multilaterales y grupos de expertos para estudiar proyectos.
Aún no se define una posible fecha para su activación y muchos detalles siguen sin afinarse, pero el fondo podría anunciarse una vez que enviados de Maduro y de la oposición se sienten en México para discutir elecciones presidenciales, dijeron dos de las fuentes.
Enviados de la oposición discutieron el tema con funcionarios estadounidenses durante su viaje a Washington la semana pasada, según cuatro de las fuentes. Estados Unidos también se han acercado al Gobierno de Maduro sobre el tema, según dos fuentes separadas.
La posibilidad de que el dinero venezolano vuelva a fluir para importaciones e inversiones ha despertado el interés de acreedores y tenedores de deuda venezolana, que están detrás de reclamos por expropiación de activos y deudas impagas.
Organizaciones multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF (BME:CAF)), que han ayudado a manejar otros fondos o iniciativas de ayuda, están en la lista de acreedores de Venezuela tras miles de millones de dólares en préstamos y líneas de crédito impagas.
Para las Naciones Unidas, este podría convertirse en uno de sus fondos más grandes, aunque no está claro todavía el monto total que podría liberarse legalmente.
(Reporte de Marianna Párraga, Mayela Armas y Matt Spetalnick. Reporte adicional de Michelle Nihols, Humeyra Pamuk y Daphne Psaledakis)