Londres, 29 ene (EFE).- El Gobierno británico no puede interferir en la polémica sobre la prima de casi un millón de libras otorgada al consejero delegado del RBS, Stephen Hester, porque podría originar un "caos" en el sector bancario, dijo hoy el ministro de Trabajo y Pensiones, Iain Duncan Smith.
En declaraciones a la BBC, el ministro se refirió a la controversia originada al trascender que el directivo del Royal Bank Of Scotland (RBS) percibirá la bonificación en forma de acciones de 963.00 libras (1.145.970 euros) pues la mayor parte del banco está en manos del contribuyente.
La noticia de esa paga extraordinaria se conoció en momentos en los que el Ejecutivo de coalición estudia la forma de atajar el problema de los altos sueldos de los banqueros después de que varios bancos fueran rescatados a raíz de la crisis financiera de los últimos años.
La bonificación que recibirá Hester se sumará a su sueldo anual de 1,2 millones de libras (unos 1,4 millones de euros), si bien la paga adicional que cobrará es un 60 por ciento más baja que la que iba a recibir en un principio.
Duncan Smith afirmó hoy que aunque "nadie estaría más feliz" que el propio Gobierno si Hester declinara esa paga extraordinaria, podría originarse un "casos" si el Ejecutivo invalidara la junta directiva del RBS -parcialmente nacionalizado y que pertenece ahora al Estado en un 82 por ciento- y vetara la prima al directivo.
Si bien el ministro de Trabajo reveló que el Gobierno ya ha recomendado a la junta del banco que tenga en cuenta "la preocupación de los ciudadanos", la decisión sobre aceptar o no la prima es "personal" y la debe tomar el propio Hester.
Recordó que así lo estipula un contrato elaborado por el anterior Gobierno laborista, según el cual "es la junta la que adopta la decisión sobre esto", incapacitando de esta manera al actual Ejecutivo a "interferir y decirles qué es lo que tienen que hacer".
La única opción sería invalidar a la junta directiva con los consiguientes riesgos que ello tendría en el sector bancario, donde se generaría el "caos", advirtió.
A la polémica se sumó ayer la noticia de que el presidente del Royal Bank Of Scotland (RBS), Philip Hampton, ha renunciado a una bonificación valorada en 1,4 millones de libras (1,6 millones de euros) en acciones que iba a recibir a finales de este año.
Según la BBC, Hampton indicó al comité de remuneraciones de ese banco, parcialmente nacionalizado durante la crisis financiera y que pertenece ahora al Estado en un 82 por ciento, que recibir esa bonificación no sería apropiado. EFE