Nueva York, 10 ago (EFE).- Brasil no ha abandonado el proyecto de compra de una nueva generación de aviones de combate para su Fuerza Aérea, pero no va a tomar una decisión por ahora debido a la crisis económica, señaló el ministro brasileño de Defensa, Celso Amorim, en una entrevista publicada hoy.
"No hemos abandonado el proyecto. Tomaremos la decisión en el momento adecuado. Pero por ahora prefiero no hablar de una fecha concreta", afirmó el ministro a The Wall Street Journal.
El ministro de Defensa precisó que en estos momentos la situación económica es "menos favorable" de lo previsto inicialmente y eso "naturalmente requiere cautela", en referencia a un proyecto para modernizar la flota aérea del que lleva hablándose una década.
En la actualidad hay tres consorcios internacionales pujando por el proyecto, la firma sueca Saab con su caza Gripen NG, la aeronáutica estadounidense Boeing con el F/A-18 Super Hornet y la empresa francesa Dassault Aviation con el Rafale.
El Gobierno brasileño pidió por carta a las tres compañías en junio pasado que extendieran el plazo de sus propuestas sobre los cazas hasta diciembre, algo que es normal que ocurra cada seis meses mientras no se tome una decisión final.
"En estos momentos no estoy manteniendo conversaciones con ninguna de las tres empresas, lo cual no excluye la posibilidad de que pueda recibir a alguno de sus representantes aquí", añadió el ministro de Defensa.
En 2010, el entonces presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, manifestó su preferencia por los cazas Rafale tras haberse reunido con su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, y comprometerse a ser "socios estratégicos en el dominio aeronáutico".
"Hoy no diría que hay alguna empresa favorita. Lo importante ahora es decidir cuándo lo haremos y, una vez tomada esa decisión, revisar las propuestas que tenemos encima de la mesa", indicó Amorim, que accedió a la cartera de Defensa el año pasado.
En la misma entrevista, el ministro reconoció que el precio, la calidad y la transferencia de tecnología son tres elementos clave, aunque aclaró que el peso que tendrá cada variable en la toma de la decisión final es algo que todavía no han discutido "en profundidad".
Por su parte, la presidenta de Boeing en Brasil, Donna Hrinak, dijo al mismo periódico que la empresa estadounidense está "preparada para esperar" a que el Gobierno de Dilma Rousseff tome una decisión al respecto.
El Rafale de Dassault, el F/A-18 de Boeing y el Gripen NG de Saab compiten desde años en la licitación para la provisión de 36 aviones cazabombarderos para la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), un proyecto que podría ascender a 8.000 millones de dólares. EFE