MADRID (Reuters) - El expresidente andaluz José Antonio Griñán negó el jueves ante la Justicia tener responsabilidad en el caso del fraude de los ERE, uno de los principales escándalos de corrupción registrados en España en la última década.
El que fue presidente de la Junta entre 2009 y 2013 declaró ante el Tribunal Supremo que no tenía conocimiento de ninguna irregularidad en la gestión de unas ayudas a través de las cuales se malversaron presuntamente 136 millones de euros entre 2000 y 2012.
"La actuación de la Consejería de Hacienda y la Presidencia de la Junta fueron en todo momento conforme a derecho (..), porque Hacienda no es un órgano de fiscalización de otros departamentos", dijo Griñán a periodistas a las puertas del Supremo.
"No creo que hubiera un gran plan pero hubo un gran fraude, y eso significa que algunos de los controles pudieron fallar", añadió el que fuera también consejero andaluz de Economía y Hacienda entre 2004 y 2009.
La juez Mercedes Alaya, que investiga en Andalucía un caso en el que ha imputado a unas 200 personas, derivó parte de la investigación al Supremo ya que tanto Griñán como el también expresidente andaluz Manuel Chaves son aforados por ser hoy senador y diputado, respectivamente.
La imputación de Griñán y Chaves ha marcado el panorama político andaluz tras las elecciones regionales del 22 de marzo, ya que los apoyos a la investidura de la socialista Susana Díaz se ha visto condicionados a que la hoy presidenta en funciones pida el escaño a ambos.
Griñán dimitió de su cargo de presidente andaluz en agosto de 2013, dejando el puesto en manos de Díaz, que ha dicho que si el Supremo mantiene la imputación exigirá la dimisión de los exdirigentes socialistas.