Moscú, 29 dic (.).- El Gobierno ruso se mostró hoy dispuesto a aprobar el tránsito del petróleo kazajo a través del oleoducto Druzhba con destino a Alemania.
"Sí, ese asunto se trató. Lo vemos como algo normal", aseguró Alexandr Novak, viceprimer ministro ruso, a la prensa local.
Novak precisó que el Gobierno daría el visto bueno a que "parte del petróleo kazajo" se enviara desde el puerto báltico de Ust-Luga al Druzhba, cuyo ramal norte cruza Bielorrusia y Polonia antes de llegar a territorio alemán.
Según se supo hoy, el operador kazajo KazTransOil solicitó al monopolio ruso de oleoductos Transneft (MCX:TRNF_p) autorización para bombear 1,2 millones de toneladas en 2023 a través del Druzhba con destino a Alemania.
El Ministerio de Energía de Rusia es quien tiene la última palabra sobre el tránsito del petróleo kazajo, que alcanzaría las 300.000 toneladas en el primer trimestre.
El pasado 5 de diciembre, la Unión Europea dejó de importar petróleo ruso por vía marítima y dejará de hacerlo por tierra el próximo año debido a la campaña militar rusa en Ucrania.
La víspera, en declaraciones a Efe, Magzum Mirozagalíev, presidente de EKazMunaigAZ, la petrolera nacional kazaja, adelantó que Kazajistán buscará en 2023 diversificar las rutas para la exportación de su petróleo y gas, y poner en marcha la explotación de varios yacimientos.
"Debido a los factores externos y a los retos geopolíticos, la compañía trabaja en la creación de nuevas rutas de exportación para el crudo kazajo", dijo.
Según Mirozagalíev, a fin de garantizar un nivel estable de extracciones en los próximos diez años, la petrolera nacional kazaja planea en 2023 poner en marcha los proyectos Zhenis y Abái, en el mar Caspio, y Turgái Paleozói, Karaton Podsolevói y Taisogán, en tierra.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, firmó esta semana un decreto en el que prohíbe a partir del 1 de febrero de 2023 exportar petróleo a aquellos países que apliquen un tope a los precios del crudo ruso.
La medida, que responde al tope de 60 dólares por barril impuesto al crudo ruso por la Unión Europea, el G7 y Australia, se aplicará hasta el 1 de julio.
La pasada semana Putin calificó el tope de los precios como "un atavismo colonial", aunque negó que Rusia vaya a perder dinero por ello.
Por ese motivo, Rusia ya advirtió de que podría reducir la extracción de petróleo entre un 5 y un 6 por ciento a comienzos del próximo año.
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