Berlín, 11 ago (.).- El canciller alemán, Olaf Scholz, se pronunció hoy a favor de un gasoducto que transporte gas desde Portugal y a través de España y Francia hacia el resto de Europa, para cortar la actual dependencia del gas ruso.
Scholz lamentó que éste no se hubiera construido todavía, ya que ahora se echa en falta "de forma dramática" la "masiva contribución" que estaría prestando al abastecimiento del norte de Europa, según dijo en una rueda de prensa tras el receso estival, centrada en la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania.
El canciller agregó que ha hablado con sus colegas de España, Francia y Portugal, así como con la presidenta de la Comisión Europea (CE) para impulsar este proyecto, ya que la existencia de conexiones con el norte de África ayudaría a diversificar el suministro.
Un gasoducto de estas características "resolvería de manera masiva los problemas actuales", añadió el canciller, quien destacó los esfuerzos del Gobierno actual para reducir la dependencia energética respecto a Rusia y admitió que los anteriores Ejecutivos no se plantearon esa posibilidad.
"Todo gobierno, toda empresa, debe tener en cuenta que las situaciones pueden cambiar y prepararse para si ello ocurre", afirmó, tras haber reconocido que su coalición -entre socialdemócratas, verdes y liberales- se vio "sorprendida" por la falta de alternativas a una posible reducción de los suministros rusos.
Pese a esa situación, destacó, se ha logrado "en tiempo récord" buscar esas alternativas para garantizar el suministro de gas en el próximo invierno, aunque admitió que ese será "más caro".
Los depósitos de gas de Alemania han alcanzado alrededor del 75 % de su capacidad, según los últimos datos de la Agencia Federal de Redes (Bundesnetzagentur), el nivel que según los objetivos del Gobierno debía lograrse el 1 de septiembre.
Los datos difundidos hoy corresponden al martes y sitúan el nivel en el 73,7 %, lo que significa que entre este jueves y mañana viernes se habrá superado el 75 %, puesto que a diario sube al menos un 0,5 %
El Gobierno de Scholz se había marcado como objetivo que los depósitos se situaran en el 75 % de su capacidad el 1 de septiembre, para subir al 85 % al 1 de octubre y del 95 % el 1 de noviembre, nivel suficiente para garantizar el suministro durante todo el invierno.
Esta evolución, sin embargo, depende de que se mantengan los envíos que recibe a través del gasoducto Nord Stream.
El gigante ruso Gazprom (MCX:GAZP) interrumpió totalmente los suministros a mediados de julio, con el argumento de que debían realizarse tareas de mantenimiento. Cuando se restableció el servicio, el volumen había bajado al 20 % de sus capacidades, frente al 40 % que recibía anteriormente.
Alemania ha logrado mantener el ritmo de almacenamiento debido, en parte, a que se usan para el consumo eléctrico las reservas de una planta de carbón que ha sido reactivada.
Además se ha empezado a ahorrar consumo energético en edificios públicos, iluminación de monumentos, piscinas y otras instalaciones, según el criterio de cada "Land" -estado federado-.
Entre el tripartito entre socialdemócratas, verdes y liberales de Scholz hay disenso respecto a la posibilidad de aplazar la desconexión de las últimas tres plantas nucleares aún en funcionamiento en el país y que deben quedar fuera de servicio a finales de este año.
Los verdes, el partido del ministro de Economía y Protección del Clima, el vicecanciller Robert Habeck, rechazan esa posibilidad, aunque no la descartan completamente.
Los liberales proponen un aplazamiento de la desconexión hasta 2024 y la reactivación, de ser preciso, de al menos otra planta que quedó ya fuera de servicio el año pasado.
Scholz no ha descartado que se postergue el adiós total a la energía nuclear, según cómo evolucione la situación hasta el invierno.
Actualmente las tres plantas nucleares aún un funcionamiento proporcionan el 6 % del suministro eléctrico.
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