Bruselas, 4 sep (EFE).- Eurodiputados liberales y del grupo Los
Verdes han pedido hoy a la Comisión Europea (CE) que apoye una
propuesta para prohibir temporalmente el comercio de atún rojo en el
Mediterráneo, presentada en el marco de la Comisión Internacional
sobre el Atún Atlántico (ICCAT, siglas en inglés).
La CE debe posicionarse antes del día 11 sobre dicha iniciativa,
que ha planteado Mónaco y que consiste en incluir al atún rojo en un
Anexo de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies
de Flora y Fauna Salvaje en Peligro de Extinción (CITES), lo que
implica vetar temporalmente los intercambios de ese pescado.
Sin embargo, entre las direcciones de Medioambiente y de Pesca de
la CE hay discrepancias acerca de la prohibición y ambos
departamentos esgrimen motivos científicos.
Este asunto podría ser debatido en la reunión de la CE del
próximo miércoles, pero las direcciones del Ejecutivo comunitario
tratarán de llegar a un consenso antes.
En cualquier caso, la decisión sobre un hipotético veto a los
intercambios de atún rojo se tomaría en foros como el ICCAT o
reuniones de los miembros de CITES.
Tanto Los Verdes como el grupo que agrupa a los liberales han
remitido sendas cartas al presidente de la CE, José Manuel Durao
Barroso, para solicitar que respalde la inclusión del atún rojo
entre las especies amenazadas y, en consecuencia, se prohíba su
comercio.
La europarlamentaria verde sueca Isabella Lövin y el español Raúl
Romeva (ICV) recuerdan en su misiva que la UE tiene "responsabilidad
directa en la situación precaria del atún y por su compromiso
reciente" de conseguir una pesca sostenible: "no basta nada que sea
menos que una moratoria".
Por su parte, eurodiputados del grupo liberal (ALDE) han
subrayado, en otra carta, que "dadas las evidencias científicas
sobre el agotamiento de los recursos y el aumento preocupante de las
capturas ilegales, los planes de conservación de la CE no son
suficientes" para conservar el atún rojo".
Ambos grupos parlamentarios han afirmado que el presidente
francés, Nicolás Sarkozy, apoya tal prohibición.EFE