Por Tom Balmforth y Natalia Zinets
KIEV, 26 ago (Reuters) - El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, dijo que el mundo evitó por poco un desastre por radiación tras un corte de electricidad durante horas en la central nuclear ucraniana de Zaporiyia debido a los bombardeos rusos en la zona, acusaciones que Moscú negó.
Zelenski dijo que los bombardeos rusos del jueves provocaron incendios en los pozos de cenizas de una central de carbón cercana, que desconectaron de la red eléctrica el complejo de reactores, la mayor instalación de este tipo en Europa.
Los generadores diésel de reserva garantizaron el suministro de energía, que es vital para los sistemas de refrigeración y seguridad de la central, dijo, elogiando a los técnicos ucranianos que operan la central bajo la mirada de los militares rusos.
"Si el personal de nuestra central no hubiera reaccionado tras el apagón, ya nos habríamos visto obligados a superar las consecuencias de un accidente radiactivo", dijo en un discurso nocturno.
"Rusia ha puesto a Ucrania y a todos los europeos en una situación que está a un paso de un desastre por radiación".
Vladimir Rogov, un responsable designado por Rusia en la ciudad ocupada de Energodar, cerca de la planta, culpó a las fuerzas armadas de Ucrania de un incendio en un bosque cercano a la planta. Dijo que los pueblos de la zona se quedaron sin electricidad durante varias horas el jueves.
"Esto fue causado por la desconexión de las líneas eléctricas de la central nuclear de Zaporiyia como resultado de las provocaciones de los combatientes de Zelenski", escribió Rogov en la aplicación de mensajería Telegram. "La desconexión en sí fue provocada por un incendio y un cortocircuito en las líneas eléctricas".
La empresa nuclear estatal ucraniana Energoatom dijo que había sido la primera desconexión completa en la planta, que se ha convertido en un foco de tensión en la guerra de seis meses.
Rusia, que invadió Ucrania en febrero, capturó la planta en marzo y la controla desde entonces, aunque los técnicos ucranianos siguen operándola.
Las Naciones Unidas quieren acceder a la planta y han pedido que se desmilitarice la zona. Responsables del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) están "muy, muy cerca" de poder visitar Zaporiyia, dijo el jueves el director general del organismo, Rafael Grossi.
Rusia y Ucrania se han acusado mutuamente de bombardear el lugar, alimentando el temor a una catástrofe nuclear.
Los expertos nucleares han advertido del riesgo de que se produzcan daños en las piscinas de combustible nuclear gastado de la central o en sus reactores. Los cortes de energía necesarios para enfriar las piscinas podrían provocar una fusión desastrosa.
Paul Bracken, experto en seguridad nacional y profesor de la Escuela de Administración de Yale, dijo que la preocupación es que los proyectiles de artillería o los misiles puedan perforar las paredes del reactor y propagar la radiación por una zona potencialmente extensa, de forma muy parecida al accidente de 1986 del reactor de Chernóbil.
Un fallo en la central de Zaporiyia podría "matar a cientos o miles de personas, y dañar medioambientalmente una zona mucho más amplia que llegaría hasta Europa", dijo Bracken.
"La ruleta rusa es una buena metáfora, porque los rusos están haciendo girar el tambor del revólver, amenazando con hacer estallar el cerebro del reactor en toda Europa", dijo Bracken.
COMBATIENDO
La campaña terrestre rusa se ha estancado en los últimos meses, después que sus tropas fueran repelidas Kiev en las primeras semanas de la invasión, pero los combates continúan a lo largo de las distintas líneas del frente al sur y al este.
El ejército ruso controla una franja de territorio a lo largo de las costas ucranianas del mar Negro y el mar de Azov, mientras que el conflicto se ha convertido en una guerra de desgaste en la región oriental del Dombás.
Rusia dijo que sus fuerzas atacaron una estación de ferrocarril en el este de Ucrania el miércoles, matando a 200 militares ucranianos. Esto confirmó un ataque que, según Kiev, mató a 25 civiles mientras el país celebraba su Día de la Independencia.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que un misil Iskander golpeó un tren militar en la estación de Chaplyne, que según dijo iba a entregar armas a las fuerzas ucranianas en la región oriental del Dombás.
Responsables ucranianos dijeron que varios civiles murieron cuando una casa y la estación fueron alcanzadas, mientras que cinco vagones del tren ardieron.
Moscú niega haber atacado a civiles y Reuters no pudo verificar las informaciones de forma independiente.
El ejército ucraniano dijo el viernes que su fuerza aérea lanzó ataques contra zonas de concentración de tropas y armas en dos sitios diferentes.
La información se difundió un día después que el Ministerio de Defensa de Rusia dijera que sus fuerzas habían destruido ocho aviones de guerra ucranianos, en varios ataques a bases aéreas en las regiones de Poltava y Dnipropetrovsk. Esta sería una de las mayores pérdidas de las fuerzas aéreas ucranianas en las últimas semanas.
El comando operativo "Sur" de Ucrania dijo que su artillería atacó depósitos de municiones y personal enemigo en la región de Jersón, mientras que se lanzaron ataques aéreos contra las defensas aéreas enemigas.
En la región del Dombás, la agencia de noticias rusa TASS informó que las fuerzas ucranianas utilizaron un lanzacohetes múltiple HIMARS, suministrado por Estados Unidos, para atacar la ciudad de Stajanov, donde unos 10 cohetes impactaron antes del amanecer del viernes, según responsables de la región secesionista prorrusa de Luhansk.
En su resumen matutino de la evolución del campo de batalla en todo el país el viernes, el ejército ucraniano también dijo que sus fuerzas habían repelido los asaltos rusos a las ciudades de Bajmut y Soledar en la región de Donetsk.
Kiev ha pedido en repetidas ocasiones más material militar de alta calidad a Occidente, que dice necesitar para rechazar los ataques rusos.
Zelenski habló el jueves por teléfono con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien reiteró el apoyo de Washington a Ucrania contra Rusia, dijo la Casa Blanca.
En un gesto que para algunos da más credibilidad a las estimaciones occidentales sobre las grandes pérdidas de Rusia durante la guerra, el presidente ruso Vladimir Putin firmó el jueves un decreto que aumenta el tamaño de las fuerzas armadas del país a 2,04 millones, desde los 1,9 millones anteriores.
El Kremlin afirma que su objetivo es "desnazificar" y desmilitarizar Ucrania y eliminar lo que Rusia percibe como amenazas a su seguridad. Ucrania y Occidente dicen que se trata de un pretexto sin fundamento para una guerra de conquista.
(Información de las redacciones de Reuters; escrito por Daniel Wallis y Stephen Coates; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)