Laura Zornoza
Estrasburgo (Francia), 16 feb (.).- La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó que la Unión Europea podría hacer frente a posibles cortes del suministro de gas desde Rusia en el caso de que se activen contra Moscú sanciones internacionales a raíz de una agresión a Ucrania y este país opte por tomar represalias contra Europa, dependiente del gas ruso.
El gas supone un 24 % del mix energético de la Unión Europea, que importa un 90 % del gas que utiliza; un 40 % de estas importaciones son suministradas por la rusa Gazprom (MCX:GAZP), una circunstancia que ha puesto sobre alerta a las autoridades comunitarias en el caso de una mayor escalada del conflicto entre Rusia y Ucrania que activase las sanciones internacionales contra el Kremlin.
En una entrevista en la sede de la Eurocámara en Estrasburgo con varias agencias europeas, entre ellas Efe, la presidenta del Ejecutivo comunitario subrayó que, en el caso de una disrupción parcial de los flujos de gas ruso a Europa, la UE ya podría afrontar la escasez de suministro con las medidas puestas en marcha hasta ahora, mientras que, si se produjera un corte total, se está trabajando en medidas excepcionales y en coordinar planes de contingencia a nivel nacional.
“Con el conflicto entre Ucrania y Rusia, vemos un riesgo bastante notable de disrupciones al menos parcial en las entregas de gas. Por eso, hemos trabajado duro en la Comisión en el último mes para mitigar este riesgo”, explicó Von der Leyen.
Bruselas ha mantenido contactos con “otros proveedores de confianza de gas”, principalmente de gas natural licuado, como Estados Unidos, Catar, Egipto, Azerbaiyán o Nigeria, para que incrementen su oferta a la Unión Europea, explicó, y también se ha hablado con “grandes compradores” de gas natural licuado para pedirles intercambios de contratos en favor de la UE.
De esta forma, ejemplificó Von der Leyen, países como Japón se han “mostrado dispuestos a aumentar o intercambiar contratos en favor de la UE”, de forma que sus proveedores puedan redirigir las entregas originalmente previstas para Japón hacia la UE en el caso de que Rusia limitara los suministros. Se trata de una medida que será “necesaria” si hay una disrupción del suministro de gas.
“Estamos a aproximadamente mes y medio de la primavera, cuando sabemos que las necesidades de energía bajarán porque las necesidades de calefacción también bajarán, y nuestros modelos muestran que ante una disrupción parcial (del suministro) y una bajada mayor de las entregas de gas por parte de Gazprom, estamos en un lugar seguro”, aseguró Von der Leyen tras recordar las entregas récord a Europa en enero de gas natural licuado, unos 10.000 millones de metros cúbicos en 120 navíos..
La presidenta alemana afirmó que la Unión “ha hecho los deberes” desde que Rusia se anexionase Crimea ilegalmente en materia de seguridad del suministro eléctrico, expandiendo la red de gasoductos que llegan a territorio comunitario; tanto el corredor de gas del sur o la tubería báltica han ofrecido un aumento del suministro en el caso de que sea necesario, añadió.
Por otro lado, la UE también dispone del gas acopiado durante el verano y el otoño y preparado para usarse en el invierno, con los almacenes a una capacidad del 34 % pese a que Gazprom “solo ha almacenado por debajo del 15 %”. “Este es un comportamiento extraño para una empresa que no se está aprovechando de la situación de demanda récord y elevados precios para maximizar su beneficio”, advirtió Von der Leyen.
En el caso extremo de que Rusia cortase todo el suministro de gas a la UE, sin embargo, “harían falta medidas adicionales”, confirmó Von der Leyen. “Para ello, los Estados miembros tienen planes de contingencia en casos de una disrupción total y podrían gestionar la demanda siempre protegiendo al consumidor privado”, añadió.
“Los planes de contingencia corresponden a los Estados miembros, dependiendo de su mix energético, pero por supuesto coordinamos y nos informamos mutuamente sobre las diferentes necesidades y posibilidades. Tenemos un mix energético muy heterogéneo en los diferentes países. Hemos trabajado con todos, principalmente con vistas a reducir la vulnerabilidad respecto a Gazprom y el suministro ruso de gas”, relató Von der Leyen.
En cualquier caso, Bruselas considera que todos los Estados miembros de la Unión Europea “cuentan con fuentes alternativas de suministro” en la actualidad.
Mirando a futuro, Von der Leyen consideró relevante la “diversificación hacia más proveedores y de mayor confianza”, un factor que será relevante cuando Bruselas tenga que emitir su opinión sobre el gasoducto NordStream2 que unirá Rusia con Alemania.
"Vigilaremos de cerca si y cómo afecta a la seguridad del suministro para Europa. Con este telón de fondo, parece difícil justificar que más suministro del mismo productor contribuya a promover la seguridad del suministro eléctrico para Europa”, subrayó.
En cualquier caso, la alemana ve aún más clave “una inversión potente en renovables”, que son “limpias y buenas para el planeta y el clima y nuestra independencia”.
“Todo el trabajo que estamos haciendo ahora en cuanto a aumentar nuestro suministro de gas natural licuado, trabajando con interconectores de electricidad y tuberías, es siempre con la perspectiva de, con el tiempo, pasarnos al hidrógeno verde”, afirmó.
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